El actor y director se encuentra en Londres para presentar una edición especial del Festival de cine independiente de Sundance.
Durante años ha intentado quitarse la etiqueta del guapo de Hollywood, y se ha centrado en su faceta de director comprometido y productor de cine independiente, pero Robert Redford ha llegado a la conclusión de que las películas "no cambian el mundo, solo consiguen influir en las modas".
Al protagonista de "El Golpe" (The Sting) y "Memorias de Africa" (Out of Africa), que mantiene un aspecto bastante juvenil a los 75 años, le gusta hacer balance de su dilatada carrera y mostrarse cínico a la hora de valorar sus logros.
"Hace mucho años cuando empecé a hacer mis propias películas quería aportar un punto de vista crítico en política y otros asuntos. No creo que haya conseguido cambiar nada. Quizá lo único en lo que he conseguido influir es en las modas", explica el actor estadounidense, en una entrevista con Efe.
Redford hace referencia al mostacho que lucía en la película de 1960 "Dos hombres y un destino", el mayor de sus éxitos como actor.
"Mi agente me decía que sería un desastre, que no podía salir en una película con un bigote así, pero me empeñé y lo puse de moda", cuanta entre risas el afable actor al que sus amigos llaman Bob.
El actor y director, que viste unos pantalones vaqueros y una camisa estampada de flores, se encuentra en Londres para presentar una edición especial del Festival de cine independiente de Sundance, que él creó en 1978 en su rancho de Utah (Estados Unidos).
Un proyecto muy personal, que se ha convertido en toda una referencia pero al que, reconoce, le ha dedicado mucho más tiempo de lo que pensaba.
"Lo más importante para mí es hacer películas. Esta faceta artística es mi verdadera vocación. Al final, después de 25 años, me he dado cuenta de que he invertido mucho esfuerzo en crear Sundance y he dejado a un lado mi carrera. Ahora quiero volver a lo que soy yo, a lo que amo, en primer lugar", explica el director de "Gente Corriente" (Ordinary People) y "Quiz Show. El dilema".
Redford, que terminó la semana pasada el rodaje de "The Company You Keep", de la que es director y protagonista, relata cómo decidió implicarse en el festival que lleva el nombre de su personaje en "Dos hombres y un destino".
"Podría haberme comprado un yate, un avión, pero preferí invertir el dinero que gané, que fue mucho, en dar oportunidades a otras personas, para que pudieran hacer películas y convertirse en artistas", apunta.
Al prestigioso festival "indie", le siguieron un instituto de cinematografía, el canal de televisión Sundance Channel y una cadena de salas de cine dedicadas la distribución de películas y documentales independientes.
El rubio de ojos azules por excelencia de Hollywood insiste en la necesidad de plataformas como estas: "Sigue siendo muy duro hacer cine. Hay poco dinero, especialmente ahora que los Gobiernos no invierten en la industria".
Redford, que tiene tres hijos de un primer matrimonio, vive en la actualidad con la pintora alemana Subylle Szaggars con la se casó en 2009 después de mantener con ella una larga relación.
Pero poco más se sabe de su vida privada, que el actor con fama de enigmático y tremendamente reservado, ha protegido con uñas y dientes.
"Es algo duro. Siempre he sido una persona muy celosa de mi intimidad, pero no es la manera en la que funcionan las cosas, los medios quieren saber de ti. Siempre he intentando mantenerme alejado de la atención mediática, pero no es siempre posible", revela mientras juega con unas gafas de concha que se quita y se pone durante la entrevista.
El protagonista de "Una proposición indecente" (Indecent Proposal), que evita dejarse ver en fiestas de Hollywood, reconoce que "especialmente ahora que me hecho viejo" ya no levanta tantas pasiones.
"Antes era un poco pesadilla. Me tiraban del pelo, de la ropa...Era muy difícil ir algún sitio con mi familia y no provocar un revuelo", cuenta entre risas.
EFE
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