En la rueda de prensa del filme ´The Company You Keep´, el actor advirtió sobre la inevitabilidad del cambio y mostró su apoyo a la administración de Barack Obama.
Aunque todo en la película que enseñó hoy en la Mostra, "The Company You Keep", recordaba al cine de otra época, Robert Redford dio una rueda de prensa sumamente política y actual en la que advirtió sobre la inevitabilidad del cambio y apoyó con vigor a la administración de Barack Obama.
"La voluntad de cambio es sana y, en este momento, inevitable. Ahora en Estados Unidos hay dos maneras de asumir la situación: la de Obama, que asume que hay que cambiar y busca la manera más positiva de hacerlo, y la de aquellos que tienen miedo al cambio, porque les dejará atrás. Ellos crean una situación muy triste en la actualidad estadounidense", explicó el actor, de 76 años.
"The Company You Keep", presentada fuera de concurso en Venecia, no recrea aquellos ataques con víctimas mortales, sino que presenta a los personajes treinta años después, cuando su vida en la clandestinidad se desmantela al ser uno de ellos descubierto por el FBI.
Susan Sarandon, Julie Christie, Nick Nolte, Chris Cooper y, el joven Shia LaBeouf, acompañan a Redford en este intento, a veces demasiado desfondado, de remover conciencias a la vieja usanza pero con el nuevo escenario.
"Los radicales de los sesenta tenían ideas correctas y sus intenciones eran buenas. Yo empatizaba con ellos", aseguró.
"Lo que más me interesa de mis personajes es la vida personal pasados tantos años, cuáles han sido los sacrificios que tuvieron que hacer? ¿Cómo se sienten después de haber tenido que cambiar su identidad? ¿Se arrepienten? ¿Lo consideran fruto de la pasión juvenil o de la fiebre de una época? ¿O lo volverían a hacer quizá de otra manera?", planteó el legendario actor.
"Esta película es, en realidad, la historia de lo que puede llegar a hacer un hombre por mantener a salvo a su hija", resumió Redford.
Sin embargo, aunque su personaje es el más moderado en sus posturas, también da voz a otros espíritus más irredentos, como el de Julie Christie, quien se niega a entregarse a la justicia hasta que los millonarios y los corruptos lo hagan.
"Para mí, las convenciones de los republicanos se dedican, justamente, a esa gente que no supone más que el uno por ciento de la población de Estados Unidos", añadió.
Finalmente, el único flanco por atacar era el de la prensa de hoy en día. "En mi generación el periodismo era diferente. No había internet ni ordenadores, que aunque han engrosado el flujo de información hacen que, a veces, sea difícil distinguir la verdad cuando cien canales distintos te están diciendo cuál es", concluyó.
EFE
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