Según los testigos entrevistados, el incidente fue provocado por la gran cantidad de personas que caminaban en sentidos opuestos y por el rumor de que el puente se iba a caer.
Los rumores y el pánico causaron la avalancha humana en la que murieron 351 personas en un puente de Phnom Penh el pasado 22 de noviembre, según las conclusiones del Gobierno camboyano, informó hoy la prensa local.
"Según los testigos entrevistados, el incidente fue provocado por la gran cantidad de personas que caminaban en sentidos opuestos y por el rumor de que el puente se iba a caer", confirmó el secretario de Estado, Prum Sokha, uno de los responsables de la investigación.
Prum señaló que algunas víctimas oyeron rumores sobre descargas eléctricas provocadas por el sistema de iluminación del puente, aunque desmintió que éstas fueran la causa de la avalancha humana.
La investigación descarta además otras posibles razones, como un ataque premeditado.
"No hay indicios de terrorismo o de que criminales lo hubieran preparado con anterioridad", afirmó el viceprimer ministro camboyano, Sok An, quien preside el comité de investigación.
La avalancha humana comenzó hacia las 10 de la noche y dejó bloqueadas a miles de personas durante horas en un puente que conecta la ciudad con Koh Pich (Isla Diamante), donde se celebraba el Festival del Agua.
El informe asegura que la mayor parte de las víctimas murieron por asfixia o por las heridas internas producidas por el aplastamiento.
Sok An precisó que la cifra definitiva de muertos por la avalancha humana es de 351, mientras que los heridos se elevan a 395.
El primer ministro, Hun Sen, afirmó que nadie será llevado a los tribunales ni investigado por negligencia a causa del fatal suceso.
"Nadie será castigado por el accidente", dijo Hun Sen durante la inauguración, el lunes, de un edificio del Gobierno.
"La tragedia empezó con nuestra evaluación errónea de la situación.
Fue consecuencia de un conjunto de errores", añadió.
Las autoridades estimaron que más de dos millones de personas acudieron para celebrar la última jornada del festival, que dura tres días y durante los cuales los asistentes se congregan a orillas del río Tonle Sap para rendir homenaje al agua y despedir los monzones.
EFE
Comparte esta noticia