El aparato fue lanzado el 18 de agosto de 2011 desde el cosmódromo de Baikonur, pero el centro de control perdió la conexión con él. Horas después, fue localizado en una órbita imprevista.
Rusia hundirá en el océano Pacífico el satélite de comunicaciones Express-AM4, que fue lanzado hace siete meses y cuya misión, que consistía, entre otras cosas, en garantizar la comunicación gubernamental y presidencial, fracasó.
Según informó hoy una fuente de la industria aeroespacial rusa a la agencia Interfax, una zona del Pacífico Norte será cerrada al tráfico aéreo y marítimo durante un plazo de dos horas tanto el 25 como el 26 de marzo por motivos de seguridad.
El Express-AM4 fue lanzado el 18 de agosto de 2011 desde el cosmódromo de Baikonur, pero el centro de control perdió la conexión con el aparato, que fue localizado horas después en una órbita imprevista.
El aparato ha permanecido fuera de la órbita prevista durante todo este tiempo, lo que impidió que cumpliera su misión y redujo su autonomía de vuelo, reconoció Denís Pivniuk, director financiero de la compañía "Comunicación Espacial" (Kosmicheskaya Sviaz).
El satélite, fruto de la colaboración entre la compañía europea Astrium y el Centro de diseño Jrúnichev ruso, se construyó a imagen y semejanza de la plataforma Eurostar E3000.
El objetivo de la misión era garantizar la cobertura satelital del territorio ruso y de la postsoviética Comunidad de Estados Independientes, además de las comunicaciones del Kremlin y del Gobierno ruso.
La parte rusa ha encargado a Austrium un aparato similar, el Express-AM4R, que será puesto en órbita en la primera mitad de 2014.
Rusia sufrió en 2011 y 2010 varios sonoros fracasos en su programa de lanzamientos, como el primer accidente en más de treinta años de uno de sus cargueros Progress, que se estrelló en agosto pasado en Siberia.
Por si fuera poco, extravió un satélite militar geodésico después de que el aparato entrara en órbita elíptica y no circular, como estaba previsto, además de otros tres que había lanzado para completar su sistema de posicionamiento global GLONASS.
EFE
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