Valentin Danilov fue condenado en 2004 a 14 años de cárcel por pasar secretos de Estado a Pekín.
El físico ruso Valentín Danílov, condenado en 2004 por delitos de alta traición, salió hoy en libertad tras ocho años en prisión por haber espiado para China.
Danílov, que fue condenado a 14 años de cárcel por pasar secretos de Estado a Pekín, fue excarcelado después de que se le otorgara libertad anticipada, informan las agencias rusas.
Tras salir de la cárcel, el físico, que se declara inocente y se considera un preso político, aseguró que seguirá con sus actividades científicas, pero "nunca en instituciones estatales".
"Ser científico es un modo de vivir. Por supuesto, voy a dedicarme a la ciencia", dijo.
Agregó que durante su estancia en la cárcel recibió cartas de sus colegas y simpatizantes que le expresaban su apoyo.
Danílov, de 55 años y director del Centro de Física Térmica adjunto a la Universidad de Krasnoyarsk, fue detenido en 2001 por agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) bajo la acusación de espiar para China.
En diciembre de 2003, un tribunal de Krasnoyarsk exculpó a Danílov de los cargos presentados, decisión que fue recurrida por la Fiscalía.
En aquel proceso, la defensa argumentó que el trabajo del físico se basó en materiales desclasificados hace una década y estaba avalado por un contrato firmado por la Universidad de Krasnoyarsk y las autoridades chinas que incluso había obtenido el visto bueno del FSB y otras entidades oficiales rusas.
Además, un destacado grupo de científicos rusos salió en defensa de su colega y en una carta abierta a los fiscales y al FSB afirmó que los informes de Danílov no contenían secretos y se basaban en datos publicados en la prensa especializada.
Sin embargo, el Tribunal Supremo de Rusia anuló el veredicto exculpatorio y ordenó un nuevo proceso contra Danílov, que sufrió un infarto mientras permanecía en la cárcel preventiva.
Organizaciones para la defensa de los derechos humanos en Occidente y del país calificaron el caso de Danílov como un episodio más de la "caza de espías" desatada entonces por los servicios secretos de Rusia contra científicos que tuvieron acceso a información catalogada como secreto de Estado.
EFE
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