Sus más fervientes fieles la veneran en el mausoleo en su memoria que se ubica en el Cementerio Baquíjano Carrillo en el Callao.
Sarita Colonia, la llamada "patrona de los pobres", cumple 75 años de haber fallecido prematuramente en 1940 por paludismo, según consigna la partida de defunción.
Nacida en Huaraz en el año 1914 migró a Lima siendo una adolescente, y en la capital vendió pescado en el Mercado Central y fue empleada doméstica para ganarse la vida.
Al fallecer fue no tuvo un funeral y su cuerpo terminó en una fosa común, pero sus más fervientes fieles la veneran en el mausoleo en su memoria que se ubica en el Cementerio Baquíjano Carrillo en el Callao.
Sobre Sarita se han tejido muchos mitos y entorno a ellos se alimenta la identificación con su recuerdo, porque además del apego que sienten hacia ella los migrantes provincianos, también los ladrones la veneran, porque se dice que alguna vez se la acusó de robo.
Las empleadas del hogar además la siguen porque ella habría resistido la crueldad de la patrona, y las prostitutas del Trocadero le erigieron un busto porque cuentan la historia de que ella habría sufrido un intento de violación. Esa y otras son las leyendas que cuenta el historiador Gustavo Buntinx en el ensayo "Sarita iluminada" y que recoge El Comercio en un artículo.
"La Sarita" difícilmente llegará a los altares, pues ni siquiera podría cumplir el perfil que busca la Iglesia Católica para elevarla a santa, pero lo cierto es que "la patrona de los pobres", seguirá siendo para muchos la intercesora de los pedidos más modestos de miles de limeños.
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