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“Se debe evitar reconstruir en zonas de riesgo”

Raúl Salazar, jefe de la Oficina regional de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgo de Desastres, en una conferencia sobre las amenazas de los desastres en la región del Caribe.
Raúl Salazar, jefe de la Oficina regional de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgo de Desastres, en una conferencia sobre las amenazas de los desastres en la región del Caribe. | Fuente: UNISDR

Lecciones tras el terremoto de Pisco, con miras a la recuperación luego del Niño Costero. Entrevista a Raúl Salazar, jefe de la Oficina Regional de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgo de Desastres.

Hoy se cumple una década del terremoto con epicentro en Pisco que dejó 596 personas fallecidas, 434 614 damnificadas y más de 1 292 heridas. Perú siempre ha estado expuesto a amenazas geofísicas y climáticas. Entre el 2003 y el 2012, el 30.8% de las personas fallecidas por desastres naturales murieron a causa de sismos, según el Sistema de Información Nacional para la Respuesta y Rehabilitación (SINPAD). El país está en una zona que registra el 80% de la actividad sísmica mundial, llamada el Cinturón de Fuego del Pacífico, según el Plan Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres (2014-2021).

Las lluvias provocan el 43.87% de la población damnificada, según SINPAD. Este año, por ejemplo, las inundaciones de El Niño Costero dejaron un millón de personas afectadas, conforme cálculos de las Naciones Unidas.

El presupuesto aprobado por el gobierno para la Reducción de Vulnerabilidad y Atención de Emergencias por Desastre para el 2017 alcanzó los 3 849 millones 245 mil 256 soles, mientras que en el 2016 era de 1 920 millones 107 mil 196 soles, según el Ministerio de Economía y Finanzas. 

Según el Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno del Niño, en octubre se podrá tener más certezas sobre el nivel de intensidad de las próximas lluvias. Sin embargo, hasta la fecha, solo se ha ejecutado el 6% de los 745 millones 759 mil 005 soles de la partida aprobada a nivel de gobierno nacional para el sector agricultura, por ejemplo en la mitigación de desastres, como las defensas ribereñas.

RPPData conversó con Raúl Salazar, jefe de la Oficina regional de las Naciones Unidas para la Reducción de Riesgo de Desastres (UNISDR), con sede en Panamá, sobre los retos que enfrentan nuestro país y la región en la aplicación del marco de Sendai, el acuerdo global al cual Perú suscribió para reducir los riesgos de desastre.

¿Los países de América Latina están cumpliendo con el marco de Sendai?

El proceso de reconstrucción se puede planificar antes del desastre y debe ser institucionalizado. Hoy cerca de 12 países, incluyendo Perú, tienen aprobados nuevos marcos legislativos que definen la emergencia y trabajan desde la perspectiva de la reducción del riesgo.

Hay avances en el tema de la educación, de capacitaciones y también en cómo los ministerios de economía están previendo los análisis de proyectos de inversión pública y en la coordinación para la respuesta de emergencias.

¿Cuál ha sido la evolución de Perú en estos años?

Perú ha diseñado mapas de peligros que se han desarrollado en los últimos años, desde el terremoto en Ica. Se ha hecho un análisis de microzonificación que permite establecer cuáles son los riesgos, según el tipo de suelos, que amenazan a centros poblados que son altamente densos como el Rímac, en Lima.

Nuestro país tiene una gran cantidad de riesgos acumulados que proviene históricamente del diseño o de la falta de planificación de los distritos, de las ciudades o localidades; de la falta de conocimiento del uso de suelos, por ejemplo en la planificación de uso de suelos. Debe haber un manejo adecuado del medioambiente, en este caso los temas de deforestación, que afectan muchas veces y generan una mayor posibilidad de la afectación por deslizamientos, huaycos.

Existe una gran brecha en los municipios para enfrentar y conocer estos riesgos, tomar medidas. Es necesario asegurarse de que los distritos conozcan a qué amenazas están sujetos y que tengan partidas específicas para la reducción de desastres asignadas por el gobierno central.

El Instituto Superior de Educación Pública Carlos Medrano Vásquez, en Pisco, no ha sido reconstruido. Los alumnos reciben clases en módulos prefabricados desde marzo del 2008.
El Instituto Superior de Educación Pública Carlos Medrano Vásquez, en Pisco, no ha sido reconstruido. Los alumnos reciben clases en módulos prefabricados desde marzo del 2008. | Fotógrafo: Marcos Reategui

¿Qué ha fallado en la reconstrucción de Pisco?

Se contabilizó alrededor de 75 mil viviendas afectadas. Estas no eran aptas para el tipo de superficie sobre el cual fueron edificadas. Las pérdidas han causado, y causan hasta hoy, un impacto en las condiciones de vida. Esta situación está vinculada no solamente a la característica del suelo sino también a los procesos de tenencia.

En Chincha hubo un proceso importante de reasentamiento y de identificación de suelos. Sin embargo, faltó un mayor acompañamiento en la asesoría técnica en los procesos de reconstrucción de vivienda. Las familias han recibido bonos, pero ellas no fueron acompañadas para reconstruir mejor sus casas, con las características sismorresistentes y así evitar el riesgo.

Los procesos de recuperación tienen varios plazos. Hay que analizar cuál es la parte del proceso que no avanza tanto a nivel nacional como local. Sé que en el caso de Pisco hay procesos que no se han terminado. Sin embargo, el tema educativo debería ser priorizado. Los procesos de renovación pueden tomar hasta 8 o 10 años. Pero siempre hay que analizar los límites.

Durante el Fenómeno del Niño Costero hemos constatado que las instituciones nacionales, regionales, los municipios no estaban preparados. ¿Cómo hacemos para que no se repita?   

Ante un desastre como el de la magnitud que ocurrió en el norte, el sistema de respuesta puede ser útil, pero no va a ser suficiente si la dimensión de lo que ocurre es tal como la que ocurrió en varios lugares.

Después de las inundaciones lo que se debe evitar es la reconstrucción del riesgo. Ver la posibilidad de la recurrencia de lo que ha pasado y tomar medidas de mitigación. Preparar a la población para que sea consciente de que puede volver a ocurrir. Si reconstruimos en los mismos lugares, vamos a sufrir pérdidas.

Se estima que 25 mil hectáreas de cultivos han sido perdidos por las inundaciones del Fenómeno del Niño Costero. En la provincia de Huarmey, dónde se cultivaba principalmente espárragos, las lluvias destruyeron 892 hectáreas.
Se estima que 25 mil hectáreas de cultivos han sido perdidos por las inundaciones del Fenómeno del Niño Costero. En la provincia de Huarmey, dónde se cultivaba principalmente espárragos, las lluvias destruyeron 892 hectáreas. | Fotógrafo: Audrey Cordova

¿Hasta qué punto deberíamos estar preparados?

A nivel global han habido cerca de 1.4 trillones de dólares en pérdidas de desastres, solamente en los últimos 10 años. Es decir alrededor de 200 dólares por habitante del planeta.

El análisis probabilístico de pérdidas estudia dónde han ocurrido los desastres en el pasado y las características de los suelos de determinadas zonas. No nos permite saber cuándo vaya a ocurrir un terremoto, pero sí nos permite prevenir lo que un país puede perder a nivel económico.

En el caso de Perú la probabilidad de pérdida esperada es alrededor de 3 mil millones de dólares anuales, ya sean por terremotos, inundaciones o deslizamientos. Básicamente si uno quiere interpretar esta cifra es lo que un país debería tener ahorrado para hacer frente a estos eventos.

¿En qué medida la reducción de la pobreza es clave?

La pobreza hace más vulnerable a la población y la población más vulnerable es más sujeta a sufrir el impacto de un desastre. El proceso se retroalimenta.

Según un estudio del Banco Mundial del año pasado, 25 millones de personas no serían pobres si en 2017 no hubiera ocurrido ningún desastre natural. El impacto de estos eventos hace que muchas personas vuelvan a la pobreza.

Una política de reducción de riesgo es parte de la política de desarrollo del país así como de las regiones, los departamentos y los municipios. De otro modo este desarrollo no va ser sostenible, esa lucha contra la pobreza no va ser sostenible si los desastres hacen que parte de la población regrese a la pobreza por la pérdida de sus activos, por la pérdida de su ganado, por la pérdida de su vivienda y por la pérdida de su centro de trabajo.

Periodista, foto y videoreportera. Cofundadora de StoryCode Perú, comunidad abierta sobre nuevas narrativas digitales y proyectos transmedia.

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