Las nuevas estimaciones de los investigadores sitúan la fracción de ADN derivado de los neandertales que contiene el genoma de los humanos modernos fuera de África en entre el 1,5 y el 2,1 por ciento.
Un grupo de investigadores ha arrojado nueva luz sobre los vínculos entre los humanos modernos y los antiguos homínidos al secuenciar el genoma de una mujer neandertal que vivió hace 50.000 años y que fue hallada en la cueva Denisova, en Siberia, en 2010.
Un equipo del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Alemania, publica en el último número de la revista Nature un estudio que detalla las características de la mujer a partir de los restos de un dedo del pie cuyos rasgos morfológicos están ligados tanto a los neandertales como a los actuales humanos.
Las nuevas estimaciones de los investigadores sitúan la fracción de ADN derivado de los neandertales que contiene el genoma de los humanos modernos fuera de África en entre el 1,5 y el 2,1 por ciento.
La secuencia de "alta calidad" que han obtenido los científicos ayuda además a establecer la "lista definitiva" de mutaciones genéticas que distinguen al Homo Sapiens de sus parientes cercanos ya extintos, según el grupo de investigadores liderado por el genetista Kay Prüfer.
"Es un catálogo de las características genéticas que distinguen a los humanos modernos de todos los demás organismos, vivos o extintos. Creo que en él se esconden algunas de las características que permitieron la enorme expansión de los humanos, la cultura humana y la tecnología en los últimos 100.000 años", afirmó el director del Instituto, Svante Pääbo.
En 2008, se encontró en la misma cueva Denisova, en las montañas Altai del sur de Siberia, una falange de homínido cuyo ADN permitió describir a un grupo de humanos arcaicos desconocido hasta entonces al que se llamó denisovanos y que son parientes cercanos de los neandertales.
El hallazgo apuntaba a que al menos dos grupos, los neandertales y los denisovanos, habitaban en Europa y Asia cuando los homínidos con características modernas ya formadas emergieron de África.
En 2010, en el ala este de esa cueva, arqueólogos rusos desenterraron los restos óseos de un dedo del pie en una capa algo más antigua (la falange había aparecido en la subcapa 11.4, mientras que el dedo del pie estaba en la 11.2).
El hueso corresponde a la cuarta o la quinta falange del pie de una mujer adulta y su análisis revela que los padres de esa neandertal eran parientes próximos, probablemente medio hermanos, o bien un tío y una sobrina.
El genoma revela asimismo cómo las relaciones entre parientes cercanos fueron comunes en los antepasados de esa mujer neandertal.
Una porción de la secuencia que han obtenido los científicos es de tan alta calidad como las que se tienen de los humanos actuales, que salieron de África hace unos 60.000 años.
Antes, hace unos dos millones de años, el Homo Erectus emergió de ese continente para dar lugar a los neandertales, hace cerca de medio millón de años. EFE
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