Cerca de 150 vuelos han sido suspendidos y miles de personas han quedado atrapadas en los puertos tras la orden de la guardia costera.
Al menos seis personas han muerto hoy y otras 54.000 se encuentran en centros de acogida a causa del tifón "Bopha" en Mindanao, en el sur de Filipinas, donde arrastró vientos huracanados y copiosas lluvias.
La televisión local ABS-CBN atribuye las seis víctimas mortales a fuentes oficiales de los equipos de rescate sin ofrecer más detalles.
No obstante, el presidente del Consejo Nacional de Prevención y Respuesta a los Desastres, Benito Ramos, confirmó la muerte de una mujer de 60 años en Davao Oriental (Mindanao) aplastada por una palmera que tiraron las ráfagas de viento que superan los 200 kilómetros por hora.
Otra víctima mortal señalada por la Policía es un joven de 22 años que falleció en su casa, también en Davao Oriental.
La mayor parte de los evacuados, unas 50.000 personas, es residente en las provincias más orientales de Mindanao, como Surigao del Norte y del Sur, Agusan del Norte, Lanao del Norte y Misamis Oriental, por donde entró esta mañana "Pablo", el nombre local que le han dado los filipinos a este tifón.
Las autoridades se habían preparado para su llegada con la reubicación de las personas en zonas de riesgo y la suspensión de las clases en las provincias afectadas.
Cerca de 150 vuelos han sido suspendidos y miles de personas han quedado atrapadas en los puertos tras la orden de la guardia costera de que el servicio de transbordadores permanezca parado hasta nuevo aviso.
EFE
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