El diseñador mostró sus creaciones inspiradas en los colores de la arquitectura colonial de Iquitos.
Los colores de la colonial arquitectura de la ciudad peruana de Iquitos y de la Amazonía fueron llevados a la pasarela por el diseñador Sergio Dávila, que presentó su colección primavera-verano, en el marco de la Semana de la Moda en Nueva York.
"Mi inspiración surgió de una visita a Iquitos, una ciudad bellísima, de sus casas estilo europeo, llenas de azulejos, con un bulevar que mira al Amazonas, donde se pueden ver los delfines rosados", señaló en entrevista Dávila, quien es embajador de la Marca Perú.
Recordó que muchos europeos se establecieron en Iquitos en busca de hacerse ricos con la explotación del caucho, entre ellos sus bisabuelos, y se quedaron a vivir en Perú, algunos de los cuales se casaron con indígenas.
Algunos, agregó, se convirtieron en banqueros o comerciantes, durante lo que se conoció como la fiebre del caucho en Perú - y también otros países del Amazonas- entre finales del Siglo XIX y principios del XX, causando transformaciones sociales, políticas, económicas y culturales en Loreto, sobre todo en su capital Iquitos.
"Iquitos es un puerto muy importante, donde empieza el Amazonas", destacó el diseñador, que propone vestir al hombre y la mujer con piezas casuales urbanas de fibras naturales, confeccionadas con algodón Pima y Lanilla que produce su país, algunas mezcladas con seda.
Dávila se decantó por tonos de verde que se pueden apreciar en la selva amazónica, el rosado de las casas y los delfines, el azul de los azulejos pintados a mano y traídos desde Italia y Portugal, los tonos camello y hueso, así como impresos inspirados en los animales y vegetación que habitan la zona.
El peruano presentó una colección para la mujer con dominio del vestido cóctel de manga corta, algunos con escotes y muy cortos, pero también con los cómodos y ya indispensables pantalones.
Algunos vestidos tenían adornados los hombros con hojas y flores, otros con cortes geométricos, característicos del art decó "porque algunas casas tienen ese estilo", que también pueden verse en la colección para hombres.
"Son piezas para que la mujer se pasee por el club, o por las calles de las ciudades de Río, Miami o Nueva York, porque es una mujer que vive en contacto con las tres américas: América del Sur, Centroamérica y América del Norte", indicó Dávila.
Para los hombres pantalones largos, algunos con impresos de flores y hojas, bermudas, chaquetas cruzadas, y algunas más deportivas adornadas con cremalleras verticales y horizontales.
Las camisas y corbatas también destacaron estampados de animales que vio en Iquitos, entre éstos el Otorongo (pantera).
"Mi colección está compuesta por piezas frescas, propias de climas cálidos" indicó el peruano, que el próximo 1 de diciembre celebra sus diez años en la industria de la oda con una presentación en el teatro municipal de Lima.
Otro diseñador que presentó hoy su propuesta, para hombre y mujer fue el colombiano Edwing D"Angelo, que se inspiró en su pasión por los dulces para llevar una colorida colección primavera-verano al desfile bajo el nombre de "Sweet Dreams", en la que hubo gran presencia de bañadores.
"La colección está enmarcada en una visita a un país de dulces, de ensueño, y la inspiró el hecho de que siempre me han gustado los dulces", dijo a Efe.
"Un día abrí el refrigerador de mi casa y tenía muchos dulces y se veía hermoso, con todos los colores", indicó el modisto, que prácticamente transformó el lugar de la presentación en una atractiva confitería.
D"Angelo llevó a la pasarela pantalones largos y cortos para el hombre, chaquetas y por primera vez camisetas y propuso vestir a la mujer con sensuales vestidos cortos que puede llevar al trabajo y luego asistir a un cóctel, sin olvidar los conjuntos de pantalones, con piezas que puede intercambiar. EFE
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