Esta organización cuenta con 28 oficinas de información en 15 prefecturas y aspira a estar presente en otras regiones del país nipón próximamente.
Sesenta abogados japoneses, experimentados en casos de acoso escolar, han creado un grupo a nivel nacional para poner fin a las prácticas "bullying" que sufren las aulas japonesas.
"Buscamos promover la cooperación entre los abogados del país para que sea más fácil ayudar a las víctimas", manifestó Yoshikuni Noguchi, abogado nipón y uno de los responsables del grupo, durante la reunión inaugural celebrada este fin de semana en Tokio.
Según informa hoy el diario Nikkei, además de orientar y dar apoyo moral a los menores afectados y a sus familias, los letrados contemplan la posibilidad de demandar a las escuelas y a las juntas directivas que traten de ocultar casos probados de acoso.
Esta organización cuenta con 28 oficinas de información en 15 prefecturas y aspira a estar presente en otras regiones del país nipón próximamente.
Según las encuestas que maneja el Ministerio japonés de Educación, durante el año fiscal 2011, que terminó en abril de 2012, se reportaron en Japón hasta 70.231 casos de "bullying" reconocidos, aunque esperan poder mejorar estos estudios para ofrecer datos más precisos.
Para hacer frente a esta lacra, el Parlamento de Japón (Dieta) aprobó el pasado junio una ley para prevenir y reducir el índice de acoso escolar físico y psicológico.
El texto obliga a los colegios a informar al Ministerio de Educación y a las autoridades locales de los casos de acoso, además de instar a los centros escolares a crear grupos dedicados a investigar posibles casos para recopilar información detallada de cada suceso.
Asimismo, la norma exige un control exhaustivo de los contenidos subidos a internet que contengan escenas en las que se produzca cualquier tipo de acoso escolar.
Esta medida se tomó después de que se produjeran casos particularmente graves como el de un estudiante de 13 años de una escuela de Otsu (centro) que se suicidó en octubre de 2011 víctima de un acoso y que tuvo un gran impacto en Japón.
EFE
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