China y Corea del Sur consideran las visitas a Yasukuni por parte de políticos nipones como acciones que reivindican la opresión colonial y el militarismo.
El viceministro de Exteriores de Corea del Sur, Kim Kyou-hyun, convocó hoy a la segunda autoridad de la Embajada de Japón en Seúl, Takashi Kurai, para trasladarle una protesta formal sobre la polémica visita del primer ministro nipón, Shinzo Abe, a un santuario donde se honra a criminales de guerra.
Kim expresó al diplomático nipón su malestar por la visita de Abe al santuario de Yasukuni, que calificó como "lamentable" y "anacrónica" en línea con la respuesta oficial que emitió Seúl después de que el presidente japonés acudiera al templo esta mañana.
El representante surcoreano también advirtió al representante de Tokio de que la visita tendrá un impacto negativo en las relaciones bilaterales entre los dos vecinos del Nordeste de Asia, según reveló a Efe una portavoz de Exteriores.
El primer ministro japonés visitó esta mañana de forma inesperada el citado santuario en el centro de Tokio donde se rinde homenaje a los millones de caídos del Ejército Imperial entre 1853 y 1945, entre ellos 14 notorios criminales de la Segunda Guerra Mundial.
China y Corea del Sur, que fueron colonizados por Japón en la primera mitad del siglo XX, consideran las habituales visitas a Yasukuni por parte de políticos nipones como acciones que reivindican la opresión colonial y el militarismo.
Seúl generalmente emite fuertes protestas diplomáticas cuando autoridades de Tokio acuden al santuario.
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Además, se trata de la primera vez que un jefe de Gobierno japonés visita el templo desde 2006, cuando lo hizo el entonces primer ministro Junichiro Koizumi.
Shinzo Abe, que también fue primer ministro entre 2006 y 2007, nunca había visitado Yasukuni como primer ministro, aunque sí lo hizo en más de una ocasión cuando fue ministro portavoz en el gabinete de Koizumi.
El político conservador aseguró hoy que es "un malentendido" pensar que acudir al santuario es venerar a criminales de guerra y explicó que simplemente oró por "el descanso de aquellos que perdieron su preciosa vida por Japón en la guerra", en un intento de evitar protestas de los países vecinos.
La repercusión de la visita de Abe a Yasukuni ha sido tan elevada que incluso el Gobierno de EEUU mostró hoy su "decepción" al considerar que la acción "agravará las tensiones" con los países de la región del Nordeste de Asia.
EFE
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