Entre los primeros en aterrizar hoy en la capital surcoreana estuvo el presidente de EEUU, Barack Obama, promotor de la primera edición de la cumbre nuclear.
Mandatarios de una veintena de países llegaron hoy a Seúl para participar mañana en la II Cumbre de Seguridad Nuclear y comenzaron los primeros contactos bilaterales ante el encuentro que busca prevenir el terrorismo nuclear.
La cita, que arranca mañana, con la presencia de 57 líderes pretende lograr compromisos de cooperación en materia atómica.
Entre los primeros en aterrizar hoy en la capital surcoreana estuvo el presidente de EEUU, Barack Obama, promotor de la primera edición de la cumbre nuclear, celebrada en 2010 en Washington con medio centenar de países participantes.
Tras su llegada, Obama se desplazó a la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas para saludar a las tropas de EEUU destacadas allí, en medio de la tensión suscitada por el plan norcoreano de lanzar en abril un satélite de observación, lo que varios países consideran una prueba encubierta de un misil de largo alcance.
En la rueda de prensa conjunta con el presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, con quien mantuvo una reunión bilateral en Seúl, Obama lanzó una dura advertencia a pyongyang para que abandone su amenaza.
A Seúl llegó hoy también el presidente chino, Hu Jintao, que mañana tiene previsto mantener encuentros que incluyen al propio Obama y al líder surcoreano y anfitrión de la cumbre, Lee Myung-bak.
La preocupación por el anuncio del lanzamiento del satélite norcoreano en abril, que se produjo después de que Pyongyang se comprometiera a una moratoria nuclear y balística, dominó también buena parte de los encuentros bilaterales que Lee mantuvo hoy con distintos mandatarios.
También se expresaron en la misma línea líderes como el primer ministro neozelandés, John Key; el primer ministro indio, Manmohan Singh, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien ayer consideró "una provocación" el plan del régimen que lidera el joven Kim Jong-un, hijo menor y sucesor del fallecido Kim Jong-il.
Corea del Norte rechazó asistir a la cumbre que celebra su vecino y rival, pero sí estarán el resto de los líderes de los países que participan en el estancado diálogo a seis bandas para la desnuclearización de Pyongyang (EEUU, Corea del Sur, Japón, China y Rusia), cuyas posibilidades de reanudación parecen haberse alejado.
Se espera que la cita de Seúl también aborde entre bambalinas el programa nuclear de Irán, país que tampoco participa en la cumbre, en la que sí está presente Israel a través de su viceprimer ministro y ministro de Servicios de Inteligencia, Dan Meridor.
La presencia latinoamericana en la reunión estará a cargo del presidente chileno, Sebastián Piñera, que llega hoy a Seúl procedente de Vietnam; el canciller argentino, Héctor Timerman; el vicepresidente brasileño, Michel Temer; y el secretario mexicano de Energía, Jordy Herrera.
Está previsto que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, aterrice por su parte en la capital surcoreana mañana, antes de la recepción que Lee Myung-bak ofrecerá a los líderes y la cena de trabajo que inaugurará la cumbre, que será clausurada el martes.
El objetivo de esta cita es promover la cooperación para reforzar la seguridad del material nuclear y evitar que caiga en manos de grupos hostiles, aunque la reciente crisis en la central atómica de Fukushima ha puesto en un lugar destacado de la agenda la salvaguardia de las plantas nucleares civiles.
Fuentes diplomáticas indicaron hoy en Seúl que se espera que la cumbre que comienza mañana sirva como punto de partida para convertir en acciones concretas la voluntad política reflejada en Washington en 2010.
En esa ocasión, los 47 países participantes coincidieron en que el terrorismo nuclear es uno de los grandes retos globales y que la protección del material atómico es el modo más efectivo de prevenirlo.
EFE
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