Activistas y defensores de derechos humanos apuntaron que la tranquilidad reina en Homs ante la visita de los observadores de la ONU.
Las tropas del régimen sirio dejaron hoy de bombardear la ciudad de Homs, en el centro del país, ante la visita de los observadores de la ONU, que se reunieron con las autoridades de la zona, según fuentes oficiales y de la oposición.
Un equipo de observadores internacionales mantuvo hoy una reunión con el gobernador de Homs, informó la agencia de noticias oficial Sana, que alertó de la escalada de acciones de supuestos grupos terroristas en el país aprovechando el alto el fuego decretado desde la semana pasada.
Por su parte, activistas y defensores de derechos humanos apuntaron que la tranquilidad reina desde esta mañana en la castigada ciudad de Homs tras los intensos bombardeos de los últimos días.
El Observatorio sirio de Derechos Humanos destacó en un comunicado que no se han registrado explosiones ni disparos en la ciudad, a diferencia de las jornadas previas, cuando decenas de personas murieron en bombardeos del Ejército.
El activista de los Comités de Coordinación Local Emad Hosari indicó en declaraciones a Efe que el barrio de Al Jalediya, en Homs, fue uno de los más afectados por los bombardeos.
"El régimen ha intentado destruir algunos edificios y puntos de la ciudad antes de la llegada de los observadores, a quienes había negado hasta en tres ocasiones su acceso a Homs bajo el pretexto de no poder garantizar su seguridad", sostuvo Hosari.
El portavoz de los Comités agregó que la localidad de Duma, en los alrededores de Damasco, fue escenario de un intenso bombardeo esta madrugada.
Además, acusó a las autoridades de no retirar los tanques de las ciudades, como estipula el plan de paz del enviado internacional Kofi Annan.
A esta denuncia se unió anoche el rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), que, en un comunicado, reiteró que el régimen no está cumpliendo los compromisos del plan y criticó al Consejo de Seguridad de la ONU por retrasar el despliegue de los observadores para frenar la violencia.
El pasado domingo, un grupo reducido de observadores militares no armados de la ONU llegó a Damasco para supervisar la aplicación de la iniciativa de paz, de acuerdo a una resolución del Consejo de Seguridad.
Se espera que hoy este órgano de la ONU vote un proyecto de resolución para ampliar el número de observadores hasta trescientos, quienes deberán verificar también el cumplimiento del frágil alto el fuego entre las partes, en vigor desde el pasado 12 de abril.
El plan de Kofi Annan estipula el cese de las hostilidades, la retirada de los tanques de las ciudades, la liberación de los detenidos de forma arbitraria y el inicio de un diálogo entre el Gobierno y la oposición, entre otros puntos.
Desde que comenzaron las protestas contra el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, en marzo de 2011, más de 9.000 personas han muerto, 200.000 se han visto desplazadas a otros lugares del interior del país, y más de 60.000 se han refugiado en los estados limítrofes, según datos de la ONU.
EFE
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