Según los datos de UNAIDS, sólo el 28 por ciento de los niños con VIH en los países de ingresos bajos y medios obtiene tratamiento antirretroviral.
Menos de un tercio de los niños y las mujeres embarazadas portadores del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) recibe tratamiento antirretroviral, lo que impide alcanzar el objetivo de lograr una generación sin Sida, según denunció hoy Unicef.
En vísperas del Día Mundial contra el Sida, que se celebra el próximo 1 de diciembre, Unicef hizo un llamamiento a la comunidad internacional a seguir invirtiendo y evitar así que la enfermedad latente en muchos niños se desarrolle y que las madres transmitan la dolencia a sus hijos.
Según los datos de UNAIDS, sólo el 28 por ciento de los niños con VIH en los países de ingresos bajos y medios obtiene tratamiento antirretroviral, frente al 68 por ciento de las mujeres adultas y el 47 por ciento de los hombres adultos.
De media, menos de un tercio de los menores y las mujeres embarazadas portadores de VIH reciben tratamiento, frente al 54 por ciento de los adultos en su conjunto (cifra que incluye a las mujeres encintas).
"Sencillamente, está mal que los adultos tengan el doble de posibilidades de recibir tratamiento que los niños. Por definición, una generación libre de sida depende de la protección a los más jóvenes y más vulnerables a la infección de VIH", señaló el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake.
"Debemos hacer mucho más para ayudar a las madres y a los niños que conviven con el VIH a poder vivir sin el sida. Tenemos que centrarnos en multiplicar el número de mujeres embarazadas y de niños a quienes se les hace un test y se les ofrece tratamiento básico", agregó.
El sida es la principal causa de muerte entre las mujeres en edad reproductiva y entre los niños que viven en países con alta prevalencia del virus.
Según UNAIDS, 230.000 niños murieron en 2011 por causas relacionadas con el virus.
Brindar un tratamiento antirretroviral a las mujeres embarazadas no sólo las mantiene vivas y saludables, sino que previene que sus bebés adquieran el VIH durante el embarazo, el parto y el periodo de lactancia.
El tratamiento también previene la transmisión sexual del virus de una mujer seropositiva a un compañero sano.
Dicho esto, Unicef destacó hoy el "excepcional" logro conseguido en los últimos años, en los que se ha registrado un descenso del 24 por ciento en las nuevas infecciones en niños: de las 430.000 confirmadas en 2009 a las 330.000 en 2011.
Asimismo, en diciembre del año pasado 100.000 niños más recibían tratamiento antirretroviral respecto a 2010.
EFE
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