Estefhany Díaz Acosta, Shirley Villanueva Rivera y Yanet Ayala Huaraca están con paradero desconocido desde hace años. Sus parientes denunciaron la inacción de las autoridades.
El caso de la joven Solsiret Rodríguez, cuyo cadáver fue hallado tras casi cuatro años de estar desaparecido, ha despertado la indignación de la sociedad peruana, pero lamentablemente no es el único en Perú.
En nuestro país, hay más de 200 mujeres reportadas como desaparecidas, casos que están en investigación o en pleno juicio, pero que aún no obtienen una respuesta.
Se trata de familias que quieren justicia y que no han cesado, pese a los años transcurridos, en su búsqueda de sus familiares. En Ampliación de Noticias, tres familias expusieron sus casos.
Estefhany Díaz Acosta
La joven madre desapareció el pasado 24 de abril de 2016 junto con sus hijas, de siete meses y cinco años, tras participar en una fiesta infantil en el distrito de Ventanilla.
“Mi hija desaparece junto con las dos bebés. Desde ese momento no sabemos nada”, contó Patricia Acosta Ruiz, madre de Estefhany.
La señora denunció que la Policía los trató “como lo peor” tanto a ella como a su yerno cuando fueron a hacer la denuncia en la comisaría.
“Nos dicen que seguro se fue con otro. Mi yerno fue a presentar la denuncia. “Se fue con otro, se cansó de ti”, le dijeron. No quisieron aceptar la denuncia en ese momento”, relató.
El caso sigue en investigación en la Fiscalía de Mi Perú, pero hasta el momento no encuentran una respuesta satisfactoria. El paradero de la madre y sus dos hijas es un misterio que mantiene a la familia en una angustia constante.
Shirley Villanueva Rivera
Norma Rivera Arriola, madre de Shirley Villanueva Rivera, denunció que su hija desapareció el 23 de marzo del año 2017, hace casi tres años.
“Ella salió con tres compañeros de la universidad a un reencuentro. Según ellos, bajaron a la plata Marbella y mi hija se ahogó”, contó la mujer.
Rivera Arriola dijo que estos amigos dijeron, primero, que su hija estaba viva y que la embarcaron en un taxi rumbo a su casa. Pero, luego, cambiaron de versión y dijeron que Shirley se ahogó en el mar.
Sin embargo, la madre denunció una serie de irregularidades, como que encontraran la ropa de su hija en un tacho de basura en las inmediaciones de la Universidad San Marcos. Además, hasta la fecha no se ha hallado el cadáver de la joven.
Lo que más le indigna a la señora Rivera es que solo uno de los jóvenes que estuvo con su hija aquella noche fue sentenciado, pero por un delito menor y solo ha sido condenado a prisión suspendida.
“Yo sigo en la lucha, he presentado un amparo. Siento que estoy mendigando justicia. Hay mucha indiferencia de las autoridades”, refirió.
Yanet Ayala Huaraca
Blanca Ayala Huaraca, hermana de Yanet, contó que su hermana desapareció el 16 de enero del 2017 tras haber ido a una discoteca con su pareja, en Ventanilla.
Ella contó que fue su propia pareja quien llegó a casa buscándola, asegurando que la embarcó en una combi tras pasar la noche en la discoteca. Incluso, fueron juntos a la comisaría a presentar la denuncia de desaparición.
Sin embargo, durante la investigación, este hombre cambió de versión y terminó confesando que Yanet Ayala murió al caer al río Chillón durante una discusión.
Él aduce que la joven cayó “por casualidad”, pero la familia no cree en esta versión, ya que “constantemente peleaban, la golpeaba y ella ya lo había denunciado”.
Recién en marzo inicia el juicio oral por este caso, pero la familia quiere saber dónde está el cuerpo de la joven. “Él sabe dónde está, todo lo implica a él. Ha sido el último que ha estado con ella”, remarcó Blanca Ayala.
Lima
Ellas somos todos: tres casos de mujeres desaparecidas aún sin respuesta.
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