El malestar se incrementó después de que el presidente surcoreano ´una sincera disculpa´ del emperador de Japón por los fallecidos durante la colonización nipona de Corea.






En las últimas semanas los roces se han incrementado entre Corea del Sur y Japón, especialmente después de que el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, visitara el pasado viernes las isla Dokdo (conocidas como Takeshima en Japón), cuya soberanía se disputan los dos países.
La visita fue la primera de un mandatario surcoreano al archipiélago en disputa y motivó al Gobierno japonés a presentar una protesta formal y llamara a consultas a su embajador en Seúl.
El malestar se incrementó después de que el presidente surcoreano "una sincera disculpa" del emperador de Japón por los fallecidos durante la colonización nipona de Corea.
El Gobierno de Tokio respondió con una nueva protesta diplomática y las críticas del primer ministro nipón, que en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo definió como "lamentable" la actitud de Seúl.
Hoy, Lee insistió sobre el peso histórico de la colonización nipona y afirmó que "dificulta" las relaciones con Japón.
Se refirió, en concreto, al espinoso asunto de las mujeres esclavizadas sexualmente por el Ejército imperial japonés durante la II Guerra Mundial (1939-1945), un acto que supuso una violación "de los derechos humanos y la justicia histórica", dijo.
Corea del Sur ha pedido en repetidas ocasiones a Tokio compensaciones para las víctimas y una disculpa sincera, y Lee volvió a urgir a Japón a "tomar medidas responsables" para resolver el asunto.
La tensión subió un escalón más con la visita de dos ministros japoneses al controvertido santuario tokiota de Yasukuni, que honra a los militares nipones caídos, entre ellos varios criminales de guerra.
El primer ministro japonés había instado a los miembros de su Gobierno a que se abstuvieran de visitar el polémico santuario, pero dos ministros, el de Transporte y el responsable de tratar los secuestros de japoneses por Corea del Norte, hicieron oídos sordos.
Corea del Sur, que contempla Yasukuni como un símbolo de la brutalidad militar de Japón, arremetió contra esa visita, la calificó de "irresponsable" y criticó que no tiene en cuenta "los sentimientos de los países y los ciudadanos que sufrieron bajo el pasado imperialismo de Japón".
La última visita por parte de un ministro a Yasukuni fue en agosto de 2009, cuando acudió allí el titular de Consumo, Seiko Noda, cuando aún estaba en el poder el entonces primer ministro Taro Aso.
EFE
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