TEPCO evaluó que el contratiempo no ha provocado la suspensión de su crucial sistema de inyección de agua en el reactor, ni se han experimentado ´cambios significativos´.
La operadora de la accidentada central de Fukushima, TEPCO, detectó este martes, por segunda vez en apenas una semana, "una nube de vapor" procedente del edificio del reactor 3, sin reportar cambios en su temperatura o índices de radiación.
A primera hora de la mañana, Tokyo Electric Power (TEPCO), detectó a través de una cámara de vigilancia "vapor en el aire cerca de la quinta planta en la zona de almacenamiento de la piscina de la unidad 3", precisó la compañía en un comunicado.
En un informe de situación, TEPCO evaluó que el contratiempo no ha provocado la suspensión de su crucial sistema de inyección de agua en el reactor, ni se han experimentado "cambios significativos" en las lecturas de los índices de radiación, temperatura o presión ambiental del edificio o del dañado reactor.
"Continuaremos vigilando su estado", concluyó TEPCO en la nota, mientras no descarta que, al igual que indicó la semana pasada, el vapor se haya producido por la fuerte lluvia que durante la noche cayó sobre la central, donde hoy se registraba una temperatura de 20,3 grados y una humedad del 91,2 por ciento.
El vapor detectado el pasado jueves se mantuvo durante un día, en un fenómeno al que TEPCO no logró dar una explicación concreta al haberse individualizado en una zona de acceso muy restringido en la que la alta radiación impide el paso a los trabajadores de la central.
Tras detectar nuevamente este problema en el reactor 3, gravemente dañado por el tsunami de 2011, la eléctrica suspendió temporalmente los trabajos de retirada de escombros entorno a la unidad.
Tras llevar los reactores a parada fría en diciembre de 2011, la prioridad de TEPCO ahora es la de iniciar a finales de este año la retirada del combustible usado en la piscina del reactor número 4 de la planta, como paso previo a la retirada de sus barras, y reciclar el agua radiactiva acumulada bajo las unidades.
En la central, cerca de 3.500 trabajadores luchan a diario por desmantelar la planta y dar por concluida la crisis nuclear, un proceso que se prolongará como mínimo durante 40 años.
EFE
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