Los internos tenían de rehenes a 68 personas. La rebelión comenzó cuando los guardias del centro carcelario impidieron la entrada de la esposa de uno de los presos.
El motín de presos de una cárcel del estado brasileño de Sao Paulo terminó hoy tras el asesinato de dos internos y mediante una negociación entre la dirección del penal y los sublevados, que retenían a 68 personas, informaron fuentes oficiales.
Los amotinados se rindieron a las 8.20 hora local (11.20 GMT) de este lunes y enseguida la policía ingresó al centro, donde procedió a la revisión de las celdas y al recuento de los internos, según un comunicado de la Secretaría de Administración Penitenciaria del estado paulista.
La rebelión había comenzado hacia el mediodía del domingo en la Penitenciaria de Itirapina, ciudad a unos 200 kilómetros de Sao Paulo, en la que están recluidos 602 presos, casi el triple de su capacidad, de 210 internos.
La Secretaría de Administración Penitenciaria atribuyó el motín a "una disputa entre dos presos" y confirmó la muerte de dos de los internos, al parecer en un enfrentamiento entre bandas rivales, ya que dijo carecer de detalles sobre cómo ocurrieron los homicidios.
Según testigos, la rebelión comenzó cuando los guardias del centro carcelario impidieron la entrada de la esposa de uno de los presos por supuesta falta de documentos.
En represalia, el interno perjudicado amenazó con matar a miembros de bandas rivales y encabezó el motín de los demás presos.
Los 68 familiares que ya habían entrado al presidio para la visita dominical, incluyendo niños y ancianos, "fueron impedidos de salir" por los amotinados, según la versión oficial.
De acuerdo con la Secretaría de Administración Penitenciaria, las negociaciones con los sublevados fueron reanudadas a primera hora de este lunes y permitieron el fin de la rebelión.
EFE
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