El actor ha producido junto a su esposa, Jade Pinkett Smith, una nueva versión de ´The Karate Kid´ a mayor gloria de su hijo, Jaden Smith.
El actor Will Smith ha producido junto a su esposa, Jade Pinkett Smith, una nueva versión de "The Karate Kid" a mayor gloria de su hijo, Jaden Smith. Y así, la familia completa y feliz presentó hoy en Madrid las "llaves" de su éxito personal y profesional al lado de un maestro de lujo: Jackie Chan.
Jaden Smith, que acaba de cumplir 12 años, demostró en directo y en la película que, como sus padres, tiene madera de estrella: "He trabajado muy duro para hacer esta película. Creo que he crecido dos veces más rápido de lo que debería", aseguró no sólo ante los medios, sino ante niños de su edad, tal y como había solicitado a la distribuidora.
Y su padre no podía quitarse la sonrisa de la cara: "Es muy disciplinado y estoy muy orgulloso", dijo en castellano. "Estaré encantado de que me quite todo el trabajo, porque así podré pasar más tiempo con su adorable madre", bromeó.
Motivos para estar contentos del negocio familiar tenían: "The Karate Kid", que llegará a España el día 27 de agosto, ha recaudado en Estados Unidos 169 millones de dólares en mes y medio de exhibición, un éxito mayor si se considera que costó sólo 40 millones.
"La película -dirigida por Harald Zwart- no tiene 3D ni explosiones, pero ha tenido el mismo éxito que esas películas en Estados Unidos. Creo que a todos los niños les gustaría que Jackie Chan les ayudara a librarse de los malotes de la escuela", argumentó Smith.
"The Karate Kid", en su versión 2010, cuenta la historia de Dre, un niño de Detroit que tras quedarse huérfano reinicia una nueva vida en Pekín con su madre. Pero a los problemas de adaptación a una cultura tan distinta, se le suma el acoso escolar al que le someten los pandilleros de su colegio. Y ahí es donde aparece Chan.
Para unir al poderío de Smith el reclamo del protagonista de la trilogía "Rush hour", había que cambiar el kárate por el kung-fu. Y para satisfacer al público habitual del protagonista de "I, robot", el tono se ha bajado ostensiblemente hacia el cine para todos los públicos.
La tercera franja a respetar era los antiguos fans de la saga, hilada por la filosofía tomada de los relatos de Kenzaburo Oe, y que arrastró a millones de fans a los cines entre 1984 y 1989.
Más "light" y con más hip hop, este "The Karate Kid" está diseñado para el pequeño Smith, que demuestra que ha heredado de su padre la vis cómica de "The fresh price of Bel Air", el buen talante de "The pursuit of hapyness" -con la que Jaden debutó en el cine- y la capacidad de superación que exhibió en "Ali".
Todo con el beneplácito de sus progenitores: "Yo soy su padre y quiero empujarle a conseguir lo mejor de sí mismo. Su madre lo pasó un poco peor en las escenas más peligrosas", bromeó Will Smith.
Jaden se explicó: "Llevo toda mi vida entrenándome, pero el kung-fu lo practiqué sólo tres meses antes de empezar a rodar la película".
Y para la espectacular patada final, reconoció que había actuado bajo chantaje: "Fue lo último que rodamos y me dijeron que si no lo hacía bien, me tendría que quedar un día más en China", bromeó.
En cualquier caso, para él, la escena más difícil de rodar fue la romántica. "Es peor besar a una chica delante de tus padres", reconoció.
Además, Jaden Smith se sumó a la ronda de piropos que recibió Jackie Chan, que en esta ocasión no luce tanto en las escenas de acción como en la explicación teórica de la filosofía kung-fu.
"No sólo enseña la lucha física, sino que enseña a lidiar con el dolor y las presiones de la vida", explicó un muy didáctico Will Smith. "El mensaje de la película es el de aprender a levantarte cuando te has derrumbado", prosiguió.
Chang, que sabe mucho de eso, se reconoció "afortunado por seguir vivo" después de su primera etapa, "con bajo presupuesto y sin medidas de seguridad" en el cine de artes marciales de Hong Kong, y sorprendió a los presentes con su nuevo reto.
"Estoy trabajando desde hace años en un musical. Se llamará "Yo soy Jackie Chan". Lo digo en serio", matizó ante la carcajada de los asistentes. "Y mi nuevo reto es rapear con toda la familia Smith", concluyó, esta vez en broma.
-EFE-
Jaden Smith, que acaba de cumplir 12 años, demostró en directo y en la película que, como sus padres, tiene madera de estrella: "He trabajado muy duro para hacer esta película. Creo que he crecido dos veces más rápido de lo que debería", aseguró no sólo ante los medios, sino ante niños de su edad, tal y como había solicitado a la distribuidora.
Y su padre no podía quitarse la sonrisa de la cara: "Es muy disciplinado y estoy muy orgulloso", dijo en castellano. "Estaré encantado de que me quite todo el trabajo, porque así podré pasar más tiempo con su adorable madre", bromeó.
Motivos para estar contentos del negocio familiar tenían: "The Karate Kid", que llegará a España el día 27 de agosto, ha recaudado en Estados Unidos 169 millones de dólares en mes y medio de exhibición, un éxito mayor si se considera que costó sólo 40 millones.
"La película -dirigida por Harald Zwart- no tiene 3D ni explosiones, pero ha tenido el mismo éxito que esas películas en Estados Unidos. Creo que a todos los niños les gustaría que Jackie Chan les ayudara a librarse de los malotes de la escuela", argumentó Smith.
"The Karate Kid", en su versión 2010, cuenta la historia de Dre, un niño de Detroit que tras quedarse huérfano reinicia una nueva vida en Pekín con su madre. Pero a los problemas de adaptación a una cultura tan distinta, se le suma el acoso escolar al que le someten los pandilleros de su colegio. Y ahí es donde aparece Chan.
Para unir al poderío de Smith el reclamo del protagonista de la trilogía "Rush hour", había que cambiar el kárate por el kung-fu. Y para satisfacer al público habitual del protagonista de "I, robot", el tono se ha bajado ostensiblemente hacia el cine para todos los públicos.
La tercera franja a respetar era los antiguos fans de la saga, hilada por la filosofía tomada de los relatos de Kenzaburo Oe, y que arrastró a millones de fans a los cines entre 1984 y 1989.
Más "light" y con más hip hop, este "The Karate Kid" está diseñado para el pequeño Smith, que demuestra que ha heredado de su padre la vis cómica de "The fresh price of Bel Air", el buen talante de "The pursuit of hapyness" -con la que Jaden debutó en el cine- y la capacidad de superación que exhibió en "Ali".
Todo con el beneplácito de sus progenitores: "Yo soy su padre y quiero empujarle a conseguir lo mejor de sí mismo. Su madre lo pasó un poco peor en las escenas más peligrosas", bromeó Will Smith.
Jaden se explicó: "Llevo toda mi vida entrenándome, pero el kung-fu lo practiqué sólo tres meses antes de empezar a rodar la película".
Y para la espectacular patada final, reconoció que había actuado bajo chantaje: "Fue lo último que rodamos y me dijeron que si no lo hacía bien, me tendría que quedar un día más en China", bromeó.
En cualquier caso, para él, la escena más difícil de rodar fue la romántica. "Es peor besar a una chica delante de tus padres", reconoció.
Además, Jaden Smith se sumó a la ronda de piropos que recibió Jackie Chan, que en esta ocasión no luce tanto en las escenas de acción como en la explicación teórica de la filosofía kung-fu.
"No sólo enseña la lucha física, sino que enseña a lidiar con el dolor y las presiones de la vida", explicó un muy didáctico Will Smith. "El mensaje de la película es el de aprender a levantarte cuando te has derrumbado", prosiguió.
Chang, que sabe mucho de eso, se reconoció "afortunado por seguir vivo" después de su primera etapa, "con bajo presupuesto y sin medidas de seguridad" en el cine de artes marciales de Hong Kong, y sorprendió a los presentes con su nuevo reto.
"Estoy trabajando desde hace años en un musical. Se llamará "Yo soy Jackie Chan". Lo digo en serio", matizó ante la carcajada de los asistentes. "Y mi nuevo reto es rapear con toda la familia Smith", concluyó, esta vez en broma.
-EFE-
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