Ángela Villón Bustamante, presidenta del Movimiento de Trabajadoras Sexuales, explicó que también buscan que se les reconozca derechos laborales.
Las trabajadoras sexuales asociadas saludaron la iniciativa de la alcaldesa de Lima Susana Villarán para implementar una “zona rosa” en la capital y enfatizaron que es la primera burgomaestre que “ha tomado el tema del trabajo sexual en la agenda política. Sin embargo, señalaron que su propuesta es apostar por “zonas de tolerancia”.
En diálogo con RPP Noticias, Ángela Villón Bustamante, presidenta del Movimiento de Trabajadoras Sexuales Organizadas para la Defensa de sus Derechos Humanos con Énfasis en los Civiles, Laborales y de Salud, explicó que mientras una “zona rosa” atañe locales dirigidos a la explotación sexual, las “zonas de tolerancias” son lugares donde podrían ofertar su servicio sin ser agredidas por la Policía y el Serenazgo “porque tendríamos permiso de la municipalidad y de las personas involucradas”.
La también fundadora de la Asociación Miluska Vida y Dignidad precisó que en los focos que proponen solo se ofrecerá el servicio mas no se ejecutará allí. Asimismo, alcanzó que en tales zonas pudieran instalarse unidades móviles para difundir campañas de prevención, dotar de preservativos, vender juguetes sexuales, revistas, solo para gente adulta.
“Se negociaría horarios, incluso que estuvieran lejos de colegios, viviendas e iglesias”, agregó.
Villón comentó que buscan la concertación de una mesa de trabajo de la que participan además de las trabajadoras sexuales, todos los sectores involucrados como el Ministerio del Interior, de la Mujer, de Educación, de Salud y las organizaciones de mujeres para dar soluciones a “nuestro problema porque las zonas de tolerancias no los van a solucionar”.
“Nuestro problema es el estado de explotación. No estamos reconocidas como trabajadoras (…) Queremos pagar nuestros impuestos, pero también queremos derechos laborales”, añadió.
Finalmente sostuvo que es una decisión personal de cada una si desea abandonar la prostitución. No obstante, “creemos en la dignidad del trabajo sexual y en las personas que la ejercemos”.
Comparte esta noticia