Según la organización Human Rights Watch, los trabajadores sexuales sufren desde palizas a detenciones arbitrarias, así como un abandono total cuando quieren denunciar un maltrato.
Las trabajadores sexuales en China -la mayoría, mujeres- sufren frecuentemente abusos policiales de todo tipo, desde palizas a detenciones arbitrarias, así como un abandono total de las fuerzas de seguridad cuando quieren denunciar un maltrato.
Es la conclusión a la que llega el informe "Dejadas atrás: abusos contra trabajadoras sexuales en China", que publica este martes la organización Human Rights Watch desde Hong Kong y que arroja luz sobre este sector de la población en el país asiático, en el que se calcula que trabajan 6 millones de personas.
La publicación de 51 páginas recoge decenas de testimonios de trabajadoras en Pekín, bajo pseudónimos, y que relatan las situaciones a las que se ven sometidas a diario.
"Cuando impulsan una campaña y la Policía quiere ganar un poco de dinero, acuerdan con un cliente que venga y adquiera uno de nuestros servicios. Cuando empieza el servicio, el cliente llama a la Policía, que viene y nos arresta. Entonces te multan y ellos se reparten el dinero", cuenta un testimonio de la capital.
Según destaca la directora de HRW en China, Sophie Richardson, la Policía a menudo actúa como si por dedicarse a esta práctica, "las mujeres (que son la mayoría del sector) hubieran perdido todos sus derechos".
La organización insta al Gobierno chino a detener los abusos policiales y "abandonar sus leyes represivas" contra las trabajadores sexuales, pero también contra aquellos defensores de los derechos humanos que denuncian la situación.
EFE
Comparte esta noticia