Así lo informó el presidente Petró Poroshenko, quien indicó que las adquisiciones servirán para dotar al Ejército y las fuerzas de seguridad de equipamiento moderno.
El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, anunció hoy que Ucrania comprará armamento en el extranjero a crédito para dotar al Ejército y las fuerzas de seguridad de equipamiento moderno.
"Debemos poner especial atención a la dotación de las Fuerzas Armadas, de otras unidades de combate y de las fuerzas del orden con armamento y equipos modernos", dijo Poroshenko durante la reunión del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa ucraniano.
Agregó que al tratar este asunto durante sus visitas a otros países que apoyan al actual Gobierno de Kiev encontró "el apoyo y la comprensión" a sus demandas.
De hecho, hace dos días el presidente de EEUU, Barack Obama, firmó una ley aprobada previamente por el Congreso que autoriza fondos y le da autoridad para proporcionar ayuda militar, armas y asistencia no letal a Ucrania.
Por otra parte, Poroshenko anunció una nueva movilización parcial en todo el país durante el próximo año y también la llamada a filas de un nuevo reemplazo de jóvenes soldados "para ya en primer trimestre desmovilizar" a aquellos que sirven en las Fuerzas Armadas desde hace más de un año.
Ucrania, aseguró el presidente del país, no renunciará a recuperar el control sobre las rebeldes regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk a pesar de que la llamada operación antiterrorista lanzada por Kiev el pasado mes de abril cuesta a las arcas del Estado más de 6 millones de dólares diarios.
"La operación en el este de Ucrania cuesta 100 millones de grivnas al día", más de 6 millones de dólares al cambio actual, reconoció Poroshenko, quien enseguida recalcó que la financiación para Defensa en el presupuesto del próximo año es irrenunciable y debe acercarse al 5 por ciento del PIB.
El presupuesto, subrayó, debe tener en cuenta "circunstancias extraordinarias" que pudieran dar al traste con el plan de paz fijado en los acuerdos de Minsk, en los que Ucrania deja claro su determinación de recuperar el pleno control sobre las dos regiones rebeldes, ahora parcialmente en manos de los separatistas prorrusos.
Al mismo tiempo, Poroshenko identificó a Rusia como la principal amenaza para la seguridad del país y aseguró que las autoridades ucranianas "hacen lo máximo para tener en cuenta" todas las variables, "incluido el reinicio en cualquier momento de una ofensiva del enemigo o una invasión de Ucrania en toda regla".
"Quisiera equivocarme, pero hay que estudiar las lecciones de la historia y aprender, de una vez, a sacar conclusiones de ellas", aseveró el líder ucraniano.
Casi 5.000 personas, entre civiles y combatientes, han muerto en el este de Ucrania desde mediados de abril en el enfrentamiento armado que mantienen las fuerzas de Kiev y los rebeldes prorrusos que controlan parte de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk y que según Kiev reciben ayuda militar directa de Rusia.
Tras varios meses de guerra sin cuartel, los dos bandos alcanzaron a principios del pasado mes de septiembre una frágil tregua que, aunque logró apaciguar la mayor parte de los territorios desgarrados por el conflicto, no pudo poner fin a las escaramuzas casi diarias y al incesante goteo de muertos.
EFE
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