El ´Integratron´ se anuncia como una máquina rejuvenecedora, mezcla de arte, ciencia y magia, elaborada bajos presuntas instrucciones de extraterrestres.
Dice la leyenda que fue después de meditar a la sombra de una roca gigante cercana, cuando George Van Tassel recibió precisas instrucciones de seres venidos de Venus para construir una máquina que prolongara la vida y ayudara a aprovechar la sabiduría de la edad, el "Integratron", así también para iniciar un proyecto de investigación sobre la antigravedad y los viajes en el tiempo.
Según los actuales administradores del "Integratron", la estructura de 11,5 metros de altura por 16,7 de diámetro, utiliza las propiedades curativas de lo que se conoce como "geometría sagrada", que comparte con famosos edificios como la Basílica de San Pedro.
A un precio de 25 dólares por persona, el "Integratron" abre sus puertas a quienes quieran escuchar los sonidos que emanan de una docena de vasijas de cuarzo manipuladas por un guía, durante cerca de una hora.
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