Además, otras 34 personas se encuentran desaparecidas por el naufragio del barco en el golfo de Adén, informó el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Al menos once ciudadanos somalíes han muerto y otros 34 se encuentran desaparecidos por el naufragio de un barco de traficantes de personas en el golfo de Adén, informó hoy el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
En un comunicado difundido en Nairobi, ACNUR indicó que varios supervivientes hallados en playas somalíes relataron que la embarcación, tripulada por tres traficantes y con 58 pasajeros a bordo, salió el pasado sábado de Somalia con rumbo a Yemen.
Al poco de partir, el motor del barco se averió y la nave navegó a la deriva durante cinco días, hasta que naufragó el pasado miércoles por el agitado estado de la mar y el mal tiempo.
Según los testimonios de los supervivientes, los traficantes arrojaron por la borda a 22 pasajeros después del fallo del motor.
Hasta la fecha, once cadáveres se han encontrado en las playas del pueblo de Ceelaayo, a unos 30 kilómetros de Bossaso, capital del territorio somalí autoproclamado independiente de Puntlandia, en el noreste del país.
De momento, se han contabilizado 13 supervivientes, entre ellos dos mujeres y dos adolescentes.
ACNUR se declaró "muy conmovida" por el suceso y precisó que las autoridades de Bossaso están investigando los hechos para poder llevar ante la Justicia a los responsables de la tragedia.
Según el comunicado, decenas de miles de somalíes y etíopes -que huyen de la violencia, los abusos de derechos humanos y la pobreza en el Cuerno de África- pagan cada años a traficantes para escapar a Yemen, muchos de los cuales no logran cumplir su objetivo.
Pese a la inestabilidad e inseguridad en Yemen, unos 103.000 refugiados e inmigrantes del Cuerno de África hicieron el año pasado la travesía en el Golfo de Adén para alcanzar la costa yemení, según las cifras del Alto Comisionado.
EFE
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