"Estamos garantizando que todos los venezolanos puedan comprar productos con los precios justos", indicaron las autoridades de ese país.
Bajo la custodia de las Fuerzas Armadas, el Gobierno venezolano continuaba con sus inspecciones a comercios de todo el país para asegurar que los comerciantes obedezcan su orden de bajar los precios, mientras se mantenían las largas filas en busca de ofertas.
"No se trata esto de descuentos, ni de ofertas, ni de gangas. Cómo explicarle al país que se trata de una sinceración, de un ajuste para ir sincerando los precios, todavía no hemos alcanzado el precio justo", dijo el vicepresidente Jorge Arreaza, en una declaración en televisión.
Desde el Palacio de Miraflores, Arreaza se puso al frente de la nueva ola de inspecciones, que incluyó el despliegue del jefe del Comando Estratégico Operacional (CEO) de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), el general Vladimir Padrino López, en una concurrida tienda de artículos de ferretería de Caracas.
Padrino López estaba acompañado, además, por la ministra de Defensa, la almirante Carmen Meléndez, y por el jefe del llamado Órgano Superior para la Defensa de la Economía, el mayor general Herbert García Plaza.
"Estamos garantizando que todos los venezolanos puedan comprar productos con los precios justos, que es lo que se merece el pueblo venezolano", dijo García Plaza mientras daba ejemplos de las rebajas de precios en un rango de productos.
Otros ministros y funcionarios del Gobierno se desplegaron en tiendas del estado Carabobo (centro) y de distintas zonas de Caracas, siempre con la lucha "contra la especulación" como bandera.
Tal como se ha visto en la última semana, desde de que el presidente Nicolás Maduro lanzó una ofensiva para controlar las alzas de precios con la ocupación de una tienda de electrodomésticos, las colas se repetían para aprovechar los descuentos, que en algunas tiendas de ropa podían llegar hasta el 70 %.
Juguetes, ropa y electrodomésticos eran algunos de los productos más buscados por los venezolanos, en medio de llamados del Gobierno a mantener la calma ante la euforia de los consumidores por las ofertas.
La ofensiva oficial incluye abultadas multas, inspecciones sorpresivas a comercios y hasta la ocupación de una conocida tienda de electrodomésticos por supuestamente cobrar sobreprecios, en operativos muchas veces transmitidos en directo por la televisión estatal.
Maduro se ha puesto a la cabeza de esta estrategia, con duras críticas a los empresarios y a la oposición, a quienes acusa de llevar adelante una "guerra económica" para desestabilizar a su Gobierno.
Dentro de esta cruzada, el mandatario anunció el sábado que se regularán los márgenes de ganancia de todas las actividades económicas del país para acabar con la "usura" y la "especulación" y lograr que baje la inflación desde el 45 % acumulado en lo que va del año.
Maduro dijo además que "pronto" dará a conocer una fecha límite para que "todos los comercios" ajusten sus precios "a la realidad", al tiempo que reiteró su apoyo a los pequeños y medianos empresarios que denuncien a aquellos proveedores que les venden a valores "inflados".
El Gobierno ha denunciado márgenes de ganancia en los productos de más del 1000 %, fraude en la adquisición de divisas en un país en el que el Estado monopoliza la administración y venta de moneda extranjera, y el incremento artificial de un dólar paralelo ilegal que, dice, no obedece a ninguna razón económica.
La oposición acusa al Gobierno por los problemas de la economía señalando que ha destrozado el tejido productivo, y al sistema de control de cambio que existe en el país desde 2003 y que impide la compraventa libre de divisas.
EFE
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