
El motor de la industria vitivinícola en Chile es imparable. Hace unos años atrás cualquier enoaficionado asociaba Chile al Carmenere, luego en los últimos años cobró relevancia el Malbec, -una estocada a Argentina-, ahora se hace conocida la cepa Carignan.
Doce viñas del Valle del Maule se unieron en 2009 y formaron la asociación Vignadores de Carignan (VIGNO), para tecnificar sus vinos con esta cepa y promoverla al mundo.
La cualidad de la marca “Vigno” es la utilización de parras viejas y el solo riego proveniente de la lluvia. La cercanía de la zona de producción al océano Pacifico, con suelo árido y ambiente soleado, aporta al Carginan una complejidad única con buena presencia de acidez en boca.
Vigno tiene por filosofía producir sus vinos con al menos 65% de la cepa Carignan. El enólogo chileno Andrés Sánchez, presidente de (VIGNO), a través de ProChile ofreció una cena maridaje a un público especializado en el restaurante Fiesta Gourmet de Miraflores.
La comida chiclayana, típica del norte de Perú, incluyó preparaciones con pato, cabrito y lomo saltado, que acompaño muy bien, -como anillo al dedo-, a la potencia y toques a especias del Cargnan chileno.
El evento contó con la participación del director de ProChile, Carlos Honorato; el director comercial de ProChile en Perú, Camilo Navarro; además de diversos sommeliers, prensa especializada y representantes de los principales restaurantes y hoteles del país.
(VIGNO), reúne a doce viñas del Valle del Maule:BravadoWines, De Martino, GarageWine& Co, Gillmore, Lomas de Cauquenes, Meli, Miguel Torres, Morandé, Odfjell, Undurraga, Valdivieso y Viña Roja.
La industria chilena del vino ha establecido una meta para esta década: convertirse en la más importante productora de vinos Premium y sustentables del nuevo mundo, alcanzando US$ 3 mil millones de exportaciones para el 2020.
A.A.M