´Creo que el ganador en Florida va a ganar las primarias republicanas al final del día´, consideró el senador republicano Marco Rubio. Primarias se están celebrando este martes.
Florida celebra el martes las primarias del Partido Republicano tras una intensa campaña en la que los favoritos, Mitt Romney y Newt Gingrich, han cortejado activamente el voto hispano y de la que se espera salga el virtual contendiente del presidente Barack Obama.
"Creo que el ganador en Florida va a ganar las primarias republicanas al final del día", porque este estado "representa lo que es el resto del país", dijo el senador Marco Rubio, el político hispano de más alto perfil en las filas republicanas, en una entrevista con CNN en Español.
Romney lidera encuestas
Aunque Rubio rechazó una vez más pronunciarse a favor de alguno de los aspirantes, es Romney el que se mantiene a la cabeza en intención de voto en Florida, según una encuesta difundida el martes y que le da una ventaja de 12 puntos sobre Gingrich.
La firma American Research Group (ARG) detalló que el 43 % de los votantes en Florida apuesta por Romney, mientras que el 31 % lo hace por Gingrich, el 13 % por Rick Santorum y el 9 % por Ron Paul, según un sondeo realizado entre el domingo y el lunes pasados.
Por el momento Romney cuenta con 31 delegados y Gingrich con 26. Se necesitan al menos 1.144 delegados para ser elegido candidato presidencial el próximo agosto en Tampa (Florida), donde se celebrará la Convención Nacional del Partido Republicano.
Guerra sucia
Sin embargo, la lucha por el voto hispano no ha sido la "más limpia" de acuerdo con un estudio difundido por Campaign Media Analysis Group (CMAG).
"Esta ha sido la campaña más negativa", sentenció el presidente de CMAG, Ken Goldstein, al difundir datos que muestran que de 11.586 anuncios emitidos en Florida entre el 23 y el 29 de enero, 10.633 fueron negativos de ataque a otros rivales.
El más agresivo fue Romney, con el 99 % de sus anuncios en tono negativo, seguido de Gingrich, con el 95 %.
Voto hispano
Florida también fue el escenario de un cambio de actitud de Romney frente al tema de la inmigración.
"Me gusta la inmigración, la inmigración legal, es una extraordinaria fuente de vitalidad para la nación", dijo Romney en un acto de campaña, en el que resaltó la "enorme oportunidad económica, política y hasta militar" que supone América Latina para Estados Unidos.
Aún así, habló de la necesidad de "levantar vallas" y "proteger las fronteras", así como "lidiar con los once millones de indocumentados" que se calcula viven en el país.
De acuerdo con la cubana Bertica Cabrera Morris, consultora de campaña de Mitt Romney en el centro de Florida, el aspirante fue visto en principio con recelo por parte de muchos hispanos, pero esto cambió.
"Es una perspectiva por la que hemos trabajado para cambiar, y que en realidad tiene mucho ver con las personas que rodean a los candidatos", dijo a Efe Cabrera, asegurando que "Romney se deshizo ya de esas gentes" que le hicieron dar esa impresión en el pasado entre los hispanos.
Gingrich aprovechó Florida también para tildar a su contrincante de "antiinmigrante" y aquí prometió acabar con la inmigración ilegal en cinco años.
"Es muy triste que un candidato te ataque con esos términos. No soy un antinmigrante; soy proinmigrante", se defendió Romney en una entrevista con público realizada por el periodista de Univisión Jorge Ramos en el Miami Dade College.
En lo que sí coincidieron Romney y Gingrich fue en su posición ante Cuba, ya que los cubanos son los más numerosos entre los inmigrantes hispanos en Florida.
Ambos fustigaron al régimen castrista y prometieron tomar medidas para propiciar la democracia en Cuba.
Romney esperará los resultados en Tampa, mientras que Gingrich lo hará en Orlando.
EFE
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