El cineasta, con su pesimismo habitual, dejo claro en Cannes su postura frente a la vida y la humanidad.
El cineasta estadounidense Woody Allen presentó este viernes su último filme "Irrational Man" (Un hombre irracional) en el festival de Cannes, en el que desafía a la filosofía, "una masturbación verbal", a explicar la irracionalidad humana.
El director de 78 años trabaja por primera vez con Joaquín Phoenix, quien encarna a Abe Lucas, un profesor de filosofía, devastado afectivamente y sin ganas de vivir porque todas las causas que ha defendido, desde la militancia política a la enseñanza, no han servido para nada.
El cineasta, con su pesimismo habitual, dejo claro en Cannes su postura frente a la vida y la humanidad.
"Mi conclusión es que la única forma de sobrevivir es distraerte", confesó. Y así dejó a todos muy claro que su oficio responde a una necesidad íntima: "Hago películas para distraerme, es una fantástica distracción".
El estadounidense nunca se ha alzado con la "Palma de Oro", el máximo galardón que otorga Cannes, pero en 2002 recibió la "Palma de las Palmas", una recompensa a su prolífica trayectoria y quintaesencia del cine de autor.
Andina
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