Huyendo del terror que siembran los yidahistas del Estado Islámico, familias que son minorías religiosas han decidido refugiarse en la región autónoma del Kurdistán iraquí.
Los desplazados hacia la región autónoma del Kurdistán iraquí, a causa de la violencia desatada por el grupo yihadista Estado Islámico, han llegado a 700.000, dijo este viernes el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Este organismo ha lanzado una masiva operación de ayuda en favor de medio millón de estos desplazados.
Una gran parte de ellos pertenece a minorías religiosas perseguidas por la agrupación extremista, acusada de haber cometido graves crímenes.
La operación humanitaria está hoy en su tercer día y se espera que para mañana aterrice el cuarto avión fletado por el ACNUR para llevar artículos de primera necesidad, como tiendas de campaña -consideradas una prioridad-, mantas y recipientes para transportar agua.
Muchos desplazados están en campamentos improvisados o simplemente a cielo abierto, soportando altas temperaturas y careciendo de lo más esencial para subsistir.
El organismo planea completar esta operación con cargamentos transportados por vía terrestre para repartir un total de 2.410 toneladas de ayuda.
Un portavoz del ACNUR señaló que cientos de miles de desplazados viven igualmente en edificios en construcción, mezquitas, iglesias y en más de 5.700 escuelas del Kurdistán -donde en ciertos casos también se están alojando militares-, lo que puede impedir el inicio del año escolar el próximo 10 de septiembre.
El problema del cobijo es tan grave que apenas las tiendas se levantan, éstas son ocupadas, agregó.
Miles de iraquíes han llegado también a Siria, donde el ACNUR está aportando igualmente ayuda por avión, en particular al campamento de desplazados de Newroz, ubicado a unos 70 kilómetros de la frontera en la localidad de Al Qamishly, provincia de Al Hassaka, bajo control de los kurdos sirios.
Newroz está acogiendo en particular a los desplazados yazidis, una minoría religiosa a la que el Estado Islámico amenazó con la muerte en caso de que rechazaran convertirse al islam.
EFE
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