El duelo entre John Cena y Bray Wyatt fue un viaje a todas las eras de WWE y del "rapero mayor", en una especie de deconstrucción del personaje. El segmento dividió a los fanáticos.
Ante la pandemia del coronavirus, WWE tomó la decisión de grabar sin público WrestleMania 36, su máximo evento mundial. Esto, pese a las desventajas propias, también dejaba margen de edición y mayor lujo de detalles en algunos combates "cinemáticos" como el The Undertaker y AJ Styles en un cementerio, pero encontraría su punto máximo en el de John Cena vs. Bray “The Fiend” Wyatt.
La noche 2 nos regaló un combate Firefly Fun House, recreado en el onírico mundo de fantasía del demonio Wyatt. Aquí, Cena regresaría a sus momentos más importantes de la vida, con mensajes que incluso pueden sugerirnos el fin de su carrera.
¿Captaste alguno?
El combate inicia en el sótano de esta casa. Aquí, los muñecos cobran vida y le dan la bienvenida al luchador. Sin embargo, uno toma mayor importancia. Es una marioneta de Vince McMahon, el cual estará presente como comentarista.
Wyatt lanza un reto similar al de Kurt Angle en la primera lucha de John Cena en WWE allá por el 2002. Se apoya de imágenes y su rival ingresa con su vestuario de aquel momento. Él tiene miedo, por lo que falla todos sus golpes y solo grita “Ruthless Aggression” porque esta era la etapa por la que pasaba la compañía tras la salida o retiro de sus clásicos combatientes. Recién se estaban formando nuevas leyendas.
Luego, Wyatt llevaría a todos a los Saturday Night Heat, un programa que recreaba las épocas de los 70/80. Aquí empezarían las primeras referencias hacia cómo McMahon intentó convertir a John Cena en su nueva estrella principal que llegue masivamente al público. Asimismo, se evidencia la obsesión de John Cena con las máquinas de gimnasio para volverse más musculoso, prototipo de luchador que respeta el jefe.
Nuevo cambio. Ahora Cena es Dr. Thuganomics, su gimmick (personaje) de rapero mayor. Aquí rapea sobre todas las oportunidades que Wyatt ha tenido en el pasado hasta la construcción actual de The Fiend. Su rival sigue jugando con su mente.
Empieza el clímax. Ahora Bray Wyatt está vestido como el jefe de la familia Wyatt y recuerda su derrota ante Cena en WrestleMania XXX, época en la que estaba destinado a ganar y ser uno de los nuevos rostros de la compañía. La venganza llegaría pronto, pero le da una silla a Cena para que termine con “su entierro” (término común que se utiliza cuando una estrella derrota a otro y lo condena a no sobresalir) en WWE.
El mayor miedo de John Cena: el público
Las dos últimas escenas serían aún más misteriosas. Primero, ambos viajan al pasado, a la época de la extinta WCW liderada por Eric Bischoff. Durante este segmento, Cena ingresaría como Hollywood Hulk Hogan, el personaje heel (rudo) de Hogan cuando se fue de WWE a la compañía rival. La idea que se busca dar es que John Cena nunca quiso dar el salto a su faceta de villano. Pero ¿por qué?
La respuesta es dada al instante. Ambos empiezan a soñar las facetas en las que el público odió a Cena: sus duelos contra Edge, la lucha contra RVD en ECW One Night Stand (el público amenaza en quemar el recinto si Cena ganaba) o su duelo contra CM Punk por el título WWE. Su miedo al rechazo de los aficionados siempre mantuvo a John Cena como el personaje dedicado para los niños.
El reconocimiento del temor fue clave. Cena quedaría impactado y listo para que The Fiend termine el combate.
La lucha (o segmento, como prefieras verlo) fue una riqueza narrativa con el lujo de detalles que, aunque no fue del agrado de todos, dejó en claro el tipo de mentes creativas detrás de WWE.
Como se recuerda, el show fue grabado sin público por el coronavirus y fue transmitido en dos noches seguidas.
Dale like al fanpage de PROGAMER en Facebook para mantenerte actualizado con las últimas noticias de videojuegos, anime, comics, tecnología, redes sociales y cultura geek. Además también puedes escuchar nuestro PROGAMER Podcast en RPP Podcast, iTunes y Spotify.
Comparte esta noticia