Inés Castillo llega a la cita en París 2024 posicionada entre las mejores del bádminton continental y tras un ciclo olímpico con medallas en las grandes citas.
El bádminton es de los pocos deportes que ha tenido presencia peruana constante en las últimas ediciones de los Juegos Olímpicos. Desde Atenas 2004, hubo un representante rojiblanco (solo faltó en Río 2016) y con marcada fortaleza de la rama femenina: antes Lorena Blanco, Claudia Rivero y Daniela Macías. En París 2024, es el turno de Inés Castillo.
Con 23 años, Inés Castillo llega a su primera cita en Juegos Olímpicos, donde competirá en la modalidad individual femenino buscando superar registros que no le han favorecido al Perú en otras ediciones, sin embargo, conoce de sobrepasar muros, como estar en un campeonato mundial o ser parte del ‘top 50’ del ranking absoluto. En el camino a París 2024, se ha colgado de preseas en todos los eventos multideportivos y desea hacerle frente otra vez a un nuevo reto.
Tuviste prácticamente una clasificación anticipada, pero que se hizo oficial solo unos meses atrás.
La clasificatoria fue de mayo del 2023 a mayo de este año, pero ya a finales del 2023 mi cupo estaba casi seguro, no se oficializaba porque el periodo de clasificación aún no se cerraba. Se tuvo que esperar y nos planteamos que debía mantener mi ranking o mejorarlo, y creo que se logró.
¿Cómo evalúas tu ciclo olímpico? Ganaste medallas en los Juegos Sudamericanos, Bolivarianos y Panamericanos.
Empezar el ciclo olímpico con los cuatro oros en los Juegos Bolivarianos 2022 me llenó de satisfacción y me dio muchas ganas de buscar algo más grande como saber que podía llegar a París. En los Panamericanos también estuve muy feliz de que el Perú vuelva al podio. Siempre pensaba que quería cerrar el ciclo olímpico con la clasificación y se consiguió, por el trabajo en equipo y de muchos años.
¿Contaste con apoyo en este camino hacia París 2024?
Para este ciclo tuve bastante apoyo, conté con la beca del Comité Olímpico Peruano y me ayudó a competir desde antes del inicio del ciclo para mantenerme bien posicionada en el ranking. Luego recibí el apoyo del IPD con el programa Rumbo a París 2024 que me permitió viajar a campeonatos de gran nivel fuera de la región. La Federación también ayudó con los diferentes torneos de la zona, que nos sirve para estar en ritmo.
¿Actualmente puedes dedicarte de lleno en el bádminton y vivir de él?
Terminé la universidad en diciembre pasado y desde enero me enfoqué al 100 % en bádminton. Si pienso en términos de largo plazo, aún es difícil vivir del deporte en el Perú, tal vez ahora que soy joven puedo tener los ingresos suficientes para seguir en la competencia sin la necesidad de buscar algo externo. De aquí a unos años sí veo difícil dedicarme solo al bádminton, creo que un deportista podría aspirar a más.
A excepción de Río 2016, no faltó un badmintonista en los recientes Juegos Olímpicos. ¿Tu clasificación y recorrido te convierten en la principal exponente del bádminton nacional?
Perú casi siempre estuvo en los últimos Juegos Olímpicos y ahora ser parte de París 2024 es bueno, además con un tipo de clasificación diferente, casi anticipado en mi caso y no esperar hasta el final. Eso demuestra el avance. ¿Soy la referente? Me gustaría pensar que sí, que los junior y categorías menores tenga algo a qué aspirar. Mientras más deportistas sueñan con llegar a algo grande, hay más competencia en el país y eso favorece para que suba a más. Ojalá lo vean de esa manera. Siempre apuntando a más, no solo a la clasificación, sino a mejorar el ranking o llegar a rondas finales en los Tour 500 y 1000, que no se ha dado antes.
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En París 2024, vas a enfrentar en tu grupo a Aya Ohori y Neslihan Arin. ¿Qué opinas de las rivales?
Son los Juegos Olímpicos y cualquier grupo que me hubiera tocado iba a ser difícil, ninguno es sencillo, son las mejores del mundo. De mis rivales, la japonesa está en el ‘top 10’ mundial y la turca clasificó como número 21. Es un grupo duro, las dos tienen bastante nivel, pero la idea es llegar a la competencia y demostrar lo que una tiene. Nos venimos preparando para este campeonato y contra quién te toque no cambia las expectativas.
¿Ya jugaste contra una de ellas?
Me enfrenté a la japonesa Ohori en un campeonato en Australia. No fue un buen día para mí, no estuve al 100 %, pero me ayudó a ver lo que me encontraré en París, el ritmo que debo alcanzar en los Juegos Olímpicos y no satisfacerme con menos. Me sirvió para preparar el nivel de juego en los últimos meses.
Los países de Asia son los más fuertes en bádminton.
Los asiáticos en el bádminton podemos decir que son los favoritos. En ese continente es el deporte principal para varios países, el nivel de competencia y jugadores es incomparable con América. Están acostumbrados a la competencia desde muy chicos, distinto a esta parte del mundo, en el que debemos salir de la región y buscar torneos específicos.
¿Y cómo está posicionado Perú en bádminton comparado a otros países de la región?
En Perú somos buenos en bádminton, en Sudamérica peleamos arriba con Brasil, en América estamos siempre dentro del ‘top 5’. Pero no solo es a nivel continental, pues también clasificamos a varios mundiales, tenemos resultados en los torneos más fuertes y mi clasificación a París como número 28 va a demostrar como el bádminton peruano sigue avanzando. Yo clasifiqué con buen ranking, no siendo una de las últimas, lo que me permitió en mantenerme y mejorarlo.
¿Qué te has puesto como metas concretas en tu primera participación en Juegos Olímpicos?
Lo que nos planteamos fue ganar un partido en la fase de grupos, nunca se ha conseguido con Perú en el bádminton y sería algo muy importante. Eso no pusimos como meta antes de conocer el grupo, ahora conociéndolo sabemos que es complicado, pero sigue el mismo objetivo, no cambia. Luego hay metas pequeñas o diferentes, como el rendimiento, cantidad de puntos, estrategia de juego y detalles técnicos. Es difícil, pero la idea apuntar a cosas difíciles. Se darán o no, pero pensamos en ellos.
¿Y a París llegas en la mejor etapa de tu trayectoria?
Este es de los mejores momentos en mi carrera, estoy con un ranking mundial ‘top 50’, algo a lo que ningún badmintonista peruano llegó y es un objetivo grande que alcanzamos. No me doy por satisfecha, alcancé una meta y pienso en otra, como estar en el ‘top 40’, por ejemplo. No quiero pensar que es el mejor momento de mi trayectoria y solo hasta aquí llegué, sí es el mejor hasta ahora y pensar luego cuál será el mejor.
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