María Luisa Doig ganó medallas en todas las competencias multideportivas del ciclo olímpico hacia París 2024 y se presenta a tope para su tercera participación en los Juegos.
París 2024 será la tercera presentación en Juegos Olímpicos de María Luisa Doig, el rostro de la esgrima del Perú en el último período. En el Preolímpico disputado este año en Costa Rica, se afirmó como una de las principales exponentes del continente en la modalidad de espada para ganar el único boleto de clasificación posible y completar así un ciclo olímpico impecable que expresa su gran evolución: oro en los Juegos Bolivarianos 2022, oro en los Juegos Suramericanos 2022 y plata en los Juegos Panamericanos 2023.
‘Malú’ Doig, 32 años y odontóloga profesional, será la abanderada del ‘Team Perú’ junto a Juan Miguel Postigos el próximo 26 de julio desfilando alrededor del río Sena, un día antes de se debut en París 2024, su nueva cita olímpica en la que no se traza límites y abre espacio a la ilusión por el éxito deportivo.
¿Hay honor más grande para un deportista que portar la bandera de su país en unos Juegos Olímpicos?
Ya de por sí el asistir a ese evento que es la élite a nivel deportivo, para mí ya era un honor. Esto (ser abanderada de Perú) explotó mis neuronas de alegría, de verdad que es un sueño también porque es la representación de tu país, eso quiere decir que a nivel deportivo y humano ven valores dentro mí que son característicos de un atleta de alto rendimiento. Eso me llena de orgullo, de representar a todas esas deportistas mujeres que encabezarán esta delegación y aquellas que tampoco, que han luchado y que no lo han logrado, pero que lo lograrán en las próximas ediciones, porque esto sigue, el deporte sigue y el deporte también es vida. En general a los más de 30 millones de peruanos que estarán siguiéndonos.
¿Qué diferencias has encontrado en el camino hacia tus terceros Juegos Olímpicos y cómo te sientes tú, ya con una madurez clara?
Clasifiqué por primera vez en 2008, tenía 16 años. Luego fui a Tokio, pasaron más de 13 años para clasificar. Hay una madurez, mis objetivos y prioridades cambiaron, era una niña que no se daba cuenta de lo que era una representación nacional, de lo que era el esfuerzo y la dedicación, la resiliencia.
También lo que puedo rescatar, antes no hacíamos el circuito completo. Es más, para Tokio yo agarré comenzado del circuito porque yo retorné al alto rendimiento de lleno en el 2018. Entonces no hice un ciclo completo de ir a todos los circuitos. En esta oportunidad, cuando me enfoqué en París, he tratado y hemos tratado con el apoyo del IPD, el Comité Olímpico, la Federación, las instituciones privadas que se han ido agregando a este gran sueño. Definitivamente ha sido difícil porque no hemos podido ir a todos los eventos, porque son alrededor de 12 eventos anuales y miren, se ha conseguido. Imagínense si se podría hacer más.
Los deportistas siempre queremos más para que sea mucho más holgado nuestro camino y mucho más fácil. Pero somos un país subdesarrollado que también tiene esta característica de la resiliencia, de la lucha constante, del darle la vuelta a algo que sucede y nos queda simplemente luchar por ello.
Básicamente uno de mis pilares en estos ciclos ha sido mi familia, quienes han puesto no solamente su tiempo, su esfuerzo, dinero, tiempo para que esto también se dé, porque ellos también han colaborado en varios viajes para que yo pueda llegar en óptimas condiciones. El Comité me ayudó muchísimo en los momentos críticos donde mi ranking mundial se iba por los suelos, no participaba en algunos eventos y he podido salir a flote para poder llegar a esta clasificación. Esto antes no se había dado.
Por primera vez también tuve el valor de tocar puertas, de decir ‘mira yo me estoy quedando, yo estoy dejando de lado mi carrera profesional para que esto se dé, ayúdenme, pongan ustedes también de su parte porque yo lo estoy haciendo y estoy entregándome al 100 % a esto’ y por esa parte me han podido colaborar en múltiples oportunidades y eso a mí también llena de muchísimo orgullo, que vean en mí que soy una deportista que tiene palabra, que te dice lo voy a hacer y lo voy a cumplir. Eso ha marcado un antes y un después.
He tenido más altibajos que nunca, me han visto brillar en múltiples oportunidades, pero también el deportista tiene que aprender a perder y he perdido muchas veces para poder ganar y estar dentro hoy por hoy de unos Juegos Olímpicos. Hemos pasado por mucho.
En este ciclo olímpico ganaste medallas en los Juegos Bolivarianos, Sudamericanos y Panamericanos. Ha sido un buen recorrido hacia París 2024.
Después del Covid tuve que partir Europa y ahí fue un gran cambio para mí porque empecé a entrenar allá, gran parte de mis preparaciones también han sido en Hungría, donde el nivel deportivo de la esgrima es bastante alto. Hay mucha más gente que la practica. Es más, mi maestro está allá. Gracias a las becas que se han dado, gracias al IPD, he podido ser muy constante y estar casi toda la temporada por allá. No he tenido que estar yendo y viniendo, sino quedándome allá, haciendo las copas y sobre todo entrenando.
Estos son mis terceros Juegos Olímpicos y yo realmente de corazón les dije que voy a quedarme hasta los Juegos Panamericanos de Lima 2027. No les prometo Los Ángeles, porque es un camino muy arduo y necesitamos apoyo, pero si realmente va a haber apoyo de la institución privada me quedaría, porque si hay ese compromiso, pues yo también me puedo comprometer a ello. Pero tiene que ser desde un comienzo para que podamos coger todos los puntos, elegir unas correctas bases de entrenamiento.
Gracias a los premios de Juegos Panamericanos y Bolivarianos, también he podido surgir y pagar múltiples fases de entrenamiento, no hemos tenido una reserva, porque todo realmente lo he invertido en el deporte. No me quejo, pero creo que ha sido el deber para poder llegar a la meta. Cuando volví al alto rendimiento no pensé en Tokio, yo quería París 2024, porque iba a estar óptima en París. Y creo que hoy por hoy lo he demostrado en la trayectoria de estos cuatro años.
Tienes 32 años, ¿cómo impacta en la esgrima el paso de los años, influye más o te centras en otros aspectos?
Mi deporte es bastante longevo, sobre todo la espada, que es la especialidad en la que yo practico. Realmente no hay límite de edad y esa es una de las razones también en las cuales me fascina este deporte. De hecho, uno envejece y pierde condiciones, pero si es que tú te mantienes, eres imparable. Lo que he obtenido de la esgrima es mayor experiencia, y eso me da un mayor control sobre el asalto.
Para mí eso es lo que prima y las condiciones físicas se ganan en la preparación general, en la preparación específica de los desplazamientos, los trabajos en pareja, de los combates, de la resolución técnico-tácticas, engloban muchas cosas. Dentro del deporte sí es vital la parte física, la parte técnica, pero también la parte mental.
Este último año ha sido espectacular donde no hubo casi lesiones a comparación de otros y estamos contentos porque también eso es un trabajo.
¿Ya sabes contra quién debutar en París?
Hemos hecho algunas estadísticas y cálculos de acuerdo al ranking mundial. Al parecer como proyección se tiene que voy a hacer mi primer combate de eliminación directa con Kiria Abdul Rahman de Singapur.
¿Te has enfrentado a ella?
En el mundial de Milán 2023 me tocó con ella, salí victoriosa. También hemos estado evaluando las proyecciones para hacer el análisis de los siguientes tiradores, porque no estamos pensando en quedarnos, sino en seguir escalando, tener más estrategias en mente y poder armar un plan adecuado para cada una de ellas.
¿Qué metas te has puesto en estos Juegos Olímpicos?
Todos los deportistas creo que las tienen, si no serían unos locos. Yo creo que todos están ahorita esperanzados en una medalla, si tú no la sueñas no la logras, eso lo tengo clarísimo. ‘Que hay que participar’, sí, ‘hacer una buena presentación’, sí, ‘mejorar’, o ‘no solamente es la medalla, sino como tu rindas en el campeonato’. Mentira. Todos vamos a soñar en grande, es la visión que todos los deportistas que están yendo ahorita a París la tienen, no hay otro, es salir a matar, a dar lo mejor.
¿Cuál es tu ranking actual?
Ahora estoy en el puesto 46 mundial. Te puede tocar con cualquiera porque aquí son las llaves, justo uno de los objetivos era no chocar con alguien fuerte al inicio, más allá que todas sean de la élite de la esgrima, pero sí es un poco más factible el camino para seguir avanzando al objetivo, que es la medalla.
A nivel de nuestro continente estás entre las mejores
De cara a los Juegos Olímpicos solo se abren dos vacantes para los cupos individuales. Está Brasil por el ranking mundial y la plaza del Preolímpico, que lo gané yo. Además, están las que van por equipos, que lo ganó Estados Unidos (3 personas). Se abrió una wild card, por lo que son seis cupos para América, solo dos de manera individual y uno de los cupos es mío.
Aunque no se trató de tu primera clasificación, viviste con mucha emoción el conseguir el pase a París.
Fue muy conmovedor. Es por los altibajos que un deportista ha tenido. En todo mi recorrido hubo buenos y malos resultados, es la otra cara de la moneda de la que muchos no quieren hablar, de querer soltar la camiseta, es muy doloroso, pero he tenido gente alrededor que me brindó la mano y eso te ayuda a saber que no estás sola, que te están rescatando.
Dejé mi carrera profesional de lado, de percibir dinero, pero mi hermana me dijo que lo estoy haciendo sin arrepentimientos. Por eso se produce esa sensación. Rescato la gran felicidad que estoy llevándome, a mi libro, mi historia, porque por lo menos María Luisa Doig ha dejado una huella dentro del deporte peruano y espero seguir haciéndolo, porque creo que todavía tengo más para darle al país.
¿Cuándo compite María Luisa Doig en esgrima de los Juegos Olímpicos París 2024?
María Luisa Doig competirá en la modalidad espada individual femenina de esgrima. Su participación comienza en la ronda de 64, que va desde las 03:00 a.m. (horario peruano) el sábado 27 de julio.
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