El ex tenista señaló que tras confesar que consumió drogas en plena actividad puede entender el "shock" y la "decepción" de sus fans.
El ex tenista de Las Vegas, Andre Agassi, afirma en una entrevista con el rotativo británico "The Daily Telegraph" que con la publicación de su controvertida autobiografía, en la que admite que durante una parte de su carrera se drogó con cristal, tiene "muchísimo más que perder" que ganar.
Algunas confesiones que hace en ese libro el ex jugador estadounidense, de 39 años, ganador de 8 títulos de Grand Slam, han generado un huracán de reacciones y múltiples críticas en el mundo del tenis.
En una entrevista concedida por el americano a un periodista de este rotativo británico en una localidad de Las Vegas, Agassi explica porqué decidió contarlo todo en su libro y aseguró que el dinero no fue el motivo.
En la biografía, dice que durante el verano de 1997, deprimido por su carrera deportiva y por las dudas sobre el que iba a ser su matrimonio con la actriz Brooke Shields, consumió cristal.
Cuando dio positivo por esa droga, el tenista mintió a la ATP al decir que había tomado la sustancia de forma accidental al beber de un vaso de uno de sus ayudantes que contenía la droga.
La ATP no adoptó ninguna acción al respecto y Agassi continuó con su carrera, ganando dos campeonatos más hasta su retirada del tenis en 1996.
Su confesión le ha valido las críticas de compañeros de profesión como Martina Navratilova, Boris Becker o Roger Federer.
"Puedo entender el shock y la sorpresa de algunos, y puedo entender el posible enfado o la posible decepción de otros", dijo el ex tenista, que añadió que él mismo se había pasado "muchos años en estado de shock, de enfado y de decepción".
Dice que lo que más le ha preocupado es el hecho de haber "mentido", más que la propia acción de consumir la droga.
En el libro, el de Las Vegas también habla de sus momentos de "angustia, soledad e infelicidad así como de su vida con un padre violento y tiránico que le obligó a dedicar su vida a un deporte que odiaba".
Agassi explica cómo reaccionó su esposa, Steffi Graff, cuando le contó que había consumido cristal: "Lágrimas, sólo lágrimas. Tiene una gran forma de comprender las situaciones por las que atraviesa una persona y el hecho de que termines tomando ese tipo de decisiones".
Preguntado por qué decidió publicar ese libro cuando podía anticipar la polémica que iba a generar, habla de la necesidad de sincerarse y de ayudar, de alguna manera, a otros deportistas a que no cometan los mismos errores; y niega que haya sido por necesidades económicas.
"Esto es algo que ya no puedo guardar para mí. Cuando me retiré... cuando mentí sobre este asunto hace 13 años, ahora tengo una segunda oportunidad", señala.
En cuanto al tema económico, Agassi niega rotundamente que ése haya sido el motivo: "He tenido muchísimos problemas pero hace muchos años que el dinero no es uno de ellos. No necesito vender un libro y tengo muchísimo más que perder que ganar por todo lo que he contado".
En el libro, Agassi también confiesa que disputó la final de Roland Garros en 1990 preocupado porque no se le cayera una peluca que llevaba.
"Michael Chang rezaba para ganar. Mi oración era para que mi pelo, por favor, siguiera ahí", comenta Agassi, que dice que ahora le resulta fácil mirar atrás y reírse de todo ello.
Afirma que cuando mira sus fotos de joven, no sabe si "quemarlas o celebrarlas" y reconoce que le resultó "liberador" cortarse el pelo, "casi tanto como hablar de ello".
EFE
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