El exciclista reconoció en el programa de Oprah Winfrey que se dopó y que sin las sustancias ilegales era imposible ganar los siete Tours de Francia.
El exciclista estadounidense Lance Armstrong reconoció que la última vez que se dopó fue en el 2005, pero no lo hizo ni en el 2009 y 2010 que fue cuando volvió a la competición para correr el Tour de Francia.
"Todo lo que se dijo de mí en el informe que presentó la USADA (Agencia Antidopaje de Estados Unidos) es correcto, menos que me dopé los años del 2009 y 2010 y eso fue lo que me enfureció", destacó Armstrong durante la entrevista que realizó la periodista Oprah Winfrey.
Antes de esa aseveración Armstrong admitió haberse dopado durante toda su carrera como profesional y haber tomado todo tipo de sustancias prohibidas y haberse hecho transfusiones de sangre para tener mejor rendimiento en los Tours de Francia que ganó.
El deportista también fue categórico cuando dijo que no era posible en su época ganar el Tour sin doparse, pero no quería hablar del resto de los compañeros ciclistas.
Al citar las sustancias con las que se dopaba, Armstrong dio una explicación clara y concreta de cómo lo hacía: "Mi cóctel consistía en EPO, transfusiones y testosterona. Yo lo veía muy sencillo, yo veía esos métodos para mejorar mi rendimiento e ir más rápido".
El Comité Olímpico Internacional (COI) también envió una carta a Armstrong el miércoles por la noche para pedirle que devuelva su medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000.
EFE
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