El serbio, flamante bicampeón del Abierto de Australia, dijo que su éxito no se puede comparar a los conseguidos por Nadal y Federer, a los que calificó como los mejores del mundo.
El serbio Novak Djokovic, campeón del Abierto de Australia tras superar en la final al británico Andy Murray (6-4, 6-2 y 6-3), rechazó hablar de un cambio de orden en el tenis y recordó que por todo lo que han hecho Rafael Nadal y Roger Federer "merecen todo el crédito todavía".
"Rafa y Roger son los dos mejores jugadores del mundo. No hay duda sobre eso. No se puede comparar mi éxito y el éxito de Murray a su éxito. Son los dos jugadores que más han dominado este juego en una época. Todo el crédito para ellos. Es agradable ver que hay algunos jugadores nuevos en las últimas etapas del Grand Slam luchando por un título. Eso es todo lo que puedo decir", dijo Djokovic.
El tenista serbio, tercero del mundo, destacó su buen encuentro en la final del Melbourne Park. "Este fue un gran partido. Desde el principio hasta el último punto hice lo que tenía la intención de hacer tácticamente, lo que hablé con mi entrenador, lo que he preparado. Físicamente estaba muy en forma. Tenía dos días entre las semifinales y el partido final. Eso fue importante en este tramo del partido", apuntó el balcánico.
"Probablemente el punto de inflexión fue el último juego del primer set en el que había un cierto intercambio de golpes y peloteos largos. Y al final me lo llevé", consideró Djokovic.
"Me sentí bien en la cancha. Cómodo y en cierto modo noté que podía llegar a cualquier pelota. He utilizado el servicio en los momentos cruciales y se me ha dado bien. Abrí la pista. Cambié el ritmo. Controlé eso. Ganar en tres sets a un jugador como Murray hace mi éxito más grande", subrayó Djokovic, que reconoció haber controlado su celebración por respeto a su "amigo" Murray.
"En cierto modo, sí. Entiendo cómo se siente. Es su tercera final y no consiguió ningún título. Realmente tengo un gran respeto hacia él y su partido, porque creo que tiene todo lo necesario para convertirse en un campeón de Grand Slam. Estoy seguro de que muy pronto lo será", advirtió.
Novak Djokovic reconoció haber madurado: "Sí, me siento como jugador más experimentado. Me siento un jugador mejor ahora de lo que era hace tres años, porque creo que físicamente estoy fuerte, soy más rápido, mentalmente estoy más motivado en la cancha. Sé cómo reaccionar en ciertos momentos y cómo jugar en un gran escenario. Esta es la mejor manera que yo podría pedir para comenzar una temporada".
El serbio también justificó el triunfo por un cambio notable en su vida. "Las cosas fuera de la cancha no estaban marchando bien para mí y eso se refleja en mi juego, en mi carrera como tenista profesional. Me centré. Todo estaba en mí. Eso es lo que hice", desveló.
"Fue una gran lucha mental, porque yo estaba tratando de separar de mí la vida profesional de la privada. Todo esto es parte de la vida", agregó.
Novak Djokovic destacó la aportación al juego, sobre todo en pista dura, de Murray. "No hemos jugado durante mucho tiempo porque estábamos el tres y el cuatro del mundo y la mayoría de las veces que se encontraban en diferentes partes de los sorteos. Es extraño que no hemos jugado durante mucho tiempo. Los dos hemos mejorado mucho", dijo el serbio que dejó entrever que el aspecto mental puede condicionar al escocés en los grandes torneos.
"Es, en cierto modo un problema mental cuando se enfrentan a una situación, jugando la final de un Grand Slam, estar tan cerca de ganar un título. A veces uno piensa demasiado. Es una batalla mental porque todo el mundo está en muy buena forma", explicó Djokovic.
El tenista serbio calificó el inicio del curso, con la conquista de la Copa Davis y el Abierto de Australia, como "el mejor comienzo posible de la temporada", mientras bromeaba con el final del partido, cuando lanzó las zapatillas a la grada y antes sacó las plantillas. "Son el secreto de mi juego de piernas".
"Estoy viviendo un sueño, con la Davis y Australia", recalcó.
EFE
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