Michael Phelps sigue batiendo récords en el Mundial de Natación de Roma 2009 y logró registrar un tiempo de 49 segundos y 82 centésimas en los 100 metros mariposa.
El estadounidense Michael Phelps terminó hoy de despegar en el Mundial de Natación de Roma 2009 al adjudicarse un nuevo oro, el cuarto que acumula ya en el campeonato, y batir el récord del mundo en la final de los 100 metros mariposa.
El de Baltimore confirmó este sábado, a un día de que concluya el campeonato, que sigue siendo capaz de pulverizar plusmarcas y de imponerse a sus rivales, después de un comienzo un tanto discreto que hizo levantar ciertas suspicacias sobre el estado del ocho veces campeón olímpico en Pekín 2008 y seis veces en Atenas 2004.
Pero nada más lejos de la realidad, al menos es lo que viene demostrando el de Baltimore en las últimas pruebas, después de lograr también el oro en los 200 metros mariposa y batir en esa prueba su propia marca mundial.
En lo que respecta a la final de esta tarde, el nadador estadounidense pulverizó el récord del mundo de los 100 metros mariposa que el serbio Milorad Cavic batió ayer mismo en las piscinas del Foro Itálico de Roma con un tiempo de 50 segundos y una centésima en las semifinales de la prueba.
Precisamente Cavic fue medalla de plata este sábado con un registro 49.95 y el español Rafael Muñoz fue bronce con 50.41, que supone la décima medalla que España logra en el Mundial de Roma y un nuevo récord nacional de la categoría.
La carrera fue muy parecida a la protagonizada por Cavic y Phelps en los Juegos Olímpicos de Pekín, donde el estadounidense remontó y se hizo con el oro por el toque de una mano ante el serbio.
En este sentido, el nadador español Aschwin Wildeboer comentó esta misma tarde que la clave de la prueba ha estado en que Cavic ha hecho demasiado fuerte los primeros 50 metros y que si se hubiera contenido podría haber dejado atrás a Phelps al final de la carrera.
Sea como fuere, y una vez concluida la final de esta tarde, Phelps expresó toda la tensión contenida con un aviso a navegantes bastante claro: se agarró el logotipo de la marca que viste para nadar, Speedo, para hacer ver que daba igual si los bañadores son o no de última generación y que él es capaz de ganar de todos modos.
Esta idea fue la que el estadounidense comentó a los periodistas que aguardaban sus primeras palabras tras haber logrado un nuevo oro: "No importa el traje (de baño) o la talla".
Y es que mucho se había comentado en el Foro Itálico el hecho de que la única medalla de plata que hasta ahora ha logrado Phelps, la de los 200 metros libre, hubiera llegado en una derrota ante un nadador, como el alemán Paul Biedermann, que sí lució uno de esos trajes de última generación.
Una vez con cuatro oros ya en el bolsillo, Phelps explicó hoy que no las tuvo todas consigo en la final de este sábado, porque en ningún momento tuvo certezas de poder ganar, sólo intentó "sacar la cabeza y no pensar en nada más".
Los tres otros oros del estadounidense han sido los de los relevos 4x100 y 4x200 libre, así como el de los 200 metros mariposa, metales que se suman a la plata en los 200 metros libre. En total, cinco medallas para el de Baltimore.
Más allá de Phelps, el otro gran protagonista de la jornada fue el brasileño César Cielo, muy querido por el público italiano y quien se hizo con un nuevo oro en los 50 metros libre.
Cielo, quien ayer batió el récord del mundo en los 100 metros y también se llevó el oro, marcó hoy un tiempo de 21 segundos y 8 centésimas que le hizo adjudicarse el récord del campeonato de los 50 metros libre.
En esta penúltima jornada de natación en Roma se batieron cuatro nuevos récords del mundo, lo que no hace sino aumentar la leyenda de que este campeonato quedará como el de las continuas plusmarcas mundiales pulverizadas.
Esos nuevos récords del mundo llegaron en 200 espalda femenino (Kirsty Coventry, 2:04.81), 100 mariposa masculino (Phelps, 49.82), 50 espalda masculino (Liam Tancock, 24.08), y 4x100 estilos femenino (China, 3:52.19).
EFE
El de Baltimore confirmó este sábado, a un día de que concluya el campeonato, que sigue siendo capaz de pulverizar plusmarcas y de imponerse a sus rivales, después de un comienzo un tanto discreto que hizo levantar ciertas suspicacias sobre el estado del ocho veces campeón olímpico en Pekín 2008 y seis veces en Atenas 2004.
Pero nada más lejos de la realidad, al menos es lo que viene demostrando el de Baltimore en las últimas pruebas, después de lograr también el oro en los 200 metros mariposa y batir en esa prueba su propia marca mundial.
En lo que respecta a la final de esta tarde, el nadador estadounidense pulverizó el récord del mundo de los 100 metros mariposa que el serbio Milorad Cavic batió ayer mismo en las piscinas del Foro Itálico de Roma con un tiempo de 50 segundos y una centésima en las semifinales de la prueba.
Precisamente Cavic fue medalla de plata este sábado con un registro 49.95 y el español Rafael Muñoz fue bronce con 50.41, que supone la décima medalla que España logra en el Mundial de Roma y un nuevo récord nacional de la categoría.
La carrera fue muy parecida a la protagonizada por Cavic y Phelps en los Juegos Olímpicos de Pekín, donde el estadounidense remontó y se hizo con el oro por el toque de una mano ante el serbio.
En este sentido, el nadador español Aschwin Wildeboer comentó esta misma tarde que la clave de la prueba ha estado en que Cavic ha hecho demasiado fuerte los primeros 50 metros y que si se hubiera contenido podría haber dejado atrás a Phelps al final de la carrera.
Sea como fuere, y una vez concluida la final de esta tarde, Phelps expresó toda la tensión contenida con un aviso a navegantes bastante claro: se agarró el logotipo de la marca que viste para nadar, Speedo, para hacer ver que daba igual si los bañadores son o no de última generación y que él es capaz de ganar de todos modos.
Esta idea fue la que el estadounidense comentó a los periodistas que aguardaban sus primeras palabras tras haber logrado un nuevo oro: "No importa el traje (de baño) o la talla".
Y es que mucho se había comentado en el Foro Itálico el hecho de que la única medalla de plata que hasta ahora ha logrado Phelps, la de los 200 metros libre, hubiera llegado en una derrota ante un nadador, como el alemán Paul Biedermann, que sí lució uno de esos trajes de última generación.
Una vez con cuatro oros ya en el bolsillo, Phelps explicó hoy que no las tuvo todas consigo en la final de este sábado, porque en ningún momento tuvo certezas de poder ganar, sólo intentó "sacar la cabeza y no pensar en nada más".
Los tres otros oros del estadounidense han sido los de los relevos 4x100 y 4x200 libre, así como el de los 200 metros mariposa, metales que se suman a la plata en los 200 metros libre. En total, cinco medallas para el de Baltimore.
Más allá de Phelps, el otro gran protagonista de la jornada fue el brasileño César Cielo, muy querido por el público italiano y quien se hizo con un nuevo oro en los 50 metros libre.
Cielo, quien ayer batió el récord del mundo en los 100 metros y también se llevó el oro, marcó hoy un tiempo de 21 segundos y 8 centésimas que le hizo adjudicarse el récord del campeonato de los 50 metros libre.
En esta penúltima jornada de natación en Roma se batieron cuatro nuevos récords del mundo, lo que no hace sino aumentar la leyenda de que este campeonato quedará como el de las continuas plusmarcas mundiales pulverizadas.
Esos nuevos récords del mundo llegaron en 200 espalda femenino (Kirsty Coventry, 2:04.81), 100 mariposa masculino (Phelps, 49.82), 50 espalda masculino (Liam Tancock, 24.08), y 4x100 estilos femenino (China, 3:52.19).
EFE
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