La tenista estadounidense venció a su hermana Venus en la final del Masters femenino por 6-2 y 7-6 (4).
Serena Williams evidenció con soltura la condición de número uno del tenis femenino que desde mañana, lunes, hasta el final de año le alumbrará por las canchas del circuito, tras volver a superar a su hermana Venus, vigente campeona, y adquirir el título de "Maestra" del circuito de mujeres (6-2 y 7-6(4)).
Con más autoridad de la plasmada hace cuatro días, en la fase de grupos, donde la menor de las Williams necesitó agotar los tres sets y dar la vuelta al partido, Serena conquistó su segundo Masters Femenino después del obtenido en el 2001.
Llegó también a las finales del 2002 y del 2004. Pero salió malparada.
El gasto competitivo fue evidente en la puesta en escena de las dos raquetas norteamericanas. La pantorrilla izquierda de Serena estaba protegida por un aparatoso vendaje. También la rodilla derecha de Venus.
Es el trigésimo quinto título de Serena Williams, alumbrada por once del Grand Slam -cuatro Abiertos de Australia, tres Abiertos de Estados Unidos, tres Wimbledon y un Roland Garros-.
En el presente curso, en el que ha recuperado el dominio del circuito femenino que ostentó ya en el 2002, fue la mejor en el Abierto de Australia y Wimbledon.
Serena tardó ochenta y cinco minutos en ventilar a su hermana, que pagó el mayor gasto ejercido durante una competición exigente al máximo para las competidoras. La hermana pequeña acentúa su dominio sobre Venus. Ya la ha ganado en trece de los veintitrés enfrentamientos acumulados. Y ha sido mejor en los tres últimos duelos.
EFE
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