La tenista estadounidense recapacitó y aceptó que se equivocó al amenazar a un juez durante el duelo con Kim Clijsters por las semifinales del US Open.
La estadounidense Serena Williams, segunda jugadora del mundo, ha pedido disculpas a los aficionados y responsables del tenis, por su actitud en el tramo final de su encuentro de semifinal del Abierto de Estados Unidos contra la belga Kim Clijsters, cuando amenazó a una juez de línea.
"Anoche todo el mundo pudo comprobar la pasión que pongo en mi trabajo. Pero ahora que he tenido tiempo para asimilar lo sucedido, puedo comprobar que, aunque no estoy de acuerdo con la señalización de la juez de línea, manejé mal la situación", dijo Serena Williams, que justificó su actitud como una "reacción emocional en el intento de sacar lo mejor" durante el partido.
"Me gustaría dar las gracias a mis seguidores y simpatizantes. Que entiendan que soy humana. Y espero que tanto profesional como personalmente todos avanzamos y extraigamos una lectura de esta experiencia", añadió la jugadora de Florida.
Serena Williams, cuando iba por detrás en el marcador de su duelo con Clijsters, tras perder el primer set y con 6-5 en el segundo, el servicio de su parte pero 15-30 para su rival, a dos puntos del triunfo, la juez de línea le señaló una falta de pie en su segundo saque, que suponía la doble falta y dos puntos de partido para la raqueta europea.
En ese momento, Williams, con la raqueta señalando a la juez, la amenazó. "Te voy a matar", le dijo la tenista americana, según confesó la juez de línea a la juez árbitro, Louise Engzell.
Engzell consultó con el juez principal, Brian Earley y el director del torneo Jim Curley, que determinaron, a falta de, al menos un punto por jugar, la penalización, con un punto, a la vigente campeona. Esto supuso el pase a la final de Clijsters.
Williams, indignada, cruzó la pista para dar la mano a su rival y asumir su derrota. Earley reconoció después que se decidió la "penalización de Serena por conducta antideportiva".
EFE
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