Las medidas migratorias de la administración de Donald Trump, que incluyen el cierre de fronteras y una masiva deportación de migrantes, han puesto en alerta a varios países cuyos ciudadanos se encuentran en situación irregular en Estados Unidos. Perú no es la excepción.
Cerrar las fronteras de Estados Unidos y ejecutar la "mayor deportación" de migrantes en la historia del país fueron los objetivos anunciados por Donald Trump en su última campaña. En los primeros días de su gobierno, expulsó a más de 7,300 migrantes, según el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. En ese país viven cerca de 13.5 millones de personas sin estatus legal —de acuerdo a un informe del Colegio de la Frontera Norte—, sobre quienes pesa la posibilidad de ser deportadas durante la segunda administración del presidente republicano.
Del grupo anterior, 4.9 millones son mexicanos y otros 4.9 millones provienen de países de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe. La Cancillería peruana confirmó que aproximadamente 300,000 connacionales están indocumentados en Estados Unidos y que cerca de 500 están intervenidos en diferentes centros migratorios del país, entre ellos 74 en la oficina de San Diego.
El embajador Pedro Bravo, director general de Comunidades Peruanas en el Exterior, confirmó que los peruanos fueron intervenidos, en su mayoría, mientras intentaban cruzar la frontera sur con México. Además, adelantó que el gobierno dialoga con las autoridades estadounidenses sobre las condiciones en las que retornarán los compatriotas que serán deportados.
“tienen que recibir esa asesoría jurídica y nuestros consulados tienen la obligación de conversar con las autoridades migratorias para conocer la situación de nuestros connacionales , lo que estamos conversando con autoridades estadounidenses es la forma de traslado para que se respeten su derecho y la dignidad”, expresó.
El derecho penitenciario estadounidense permite que los deportados sean embarcados en un avión militar bajo la supervisión de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas hasta su país de destino. La otra opción es el envío de aeronaves privadas, una alternativa mucho más costosa que podría evitar acciones consideradas como humillantes, pero legales, que a continuación explica el excanciller Miguel Rodríguez Mackay.
“Según el derecho internacional del Estados Unidos, ellos podrían ser embarcados con grilletes, esposas y hasta con cadenas esa es la regla del derecho nacional penitenciario estadounidense, se aplica dentro de estados Unidos y si son aviones militares, durante el vuelo, hasta en el aterrizaje del avión militar”, dijo.
¿Existen procesos para frenar una orden de deportación?
Un inmigrante puede ser deportado de Estados Unidos por ingresar al país ilegalmente, violar las leyes vigentes, desobedecer repetidamente las normas de inmigración , estar involucrado en actos criminales o por representar una amenaza para la seguridad pública del país que lo acoge.
Si una persona ya cuenta con una orden de deportación, una vez detenida, puede ser expulsada de inmediato. No existen procesos para frenar esta medida; sin embargo, según el especialista en temas migratorios Andrew Selee, la situación cambia si se trata de una persona intervenida que no tiene orden de deportación.
“Entonces tiene derecho a una audiencia frente a un juez de migraciones y tienen que darle tiempo para el desarrollo de esa audiencia, puede tardar meses o mas tiempo, puede pedir asilo o pedir suspensión de deportación y si no encuentran una decisión favorable, la autoridad puede deportar a esa persona a su país”, explicó.
Es decir, sin una orden de deportación, será una Corte de Inmigración del Departamento de Justicia de Estados Unidos la que evalúe los casos. Sin embargo, a diferencia de las cortes criminales, el intervenido debe asumir los gastos de su defensa.
De acuerdo con un informe del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos mas de un millón, cuatrocientos mil extranjeros tienen una orden de deportación final, si son detenidos, se inicia un proceso con escasas probabilidades de retorno. No podrán obtener un visa por varios años, e incluso de por vida. Además, el código penal norteamericano considera el reingreso ilegal un delito federal que se castiga hasta con veinte años de cárcel.
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