Los científicos comprobaron que el clima también influye en la cantidad de N-15 presente en áboles, ya que los formados en años lluviosos tienen una mayor proporción.
Un estudio realizado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Santiago (noroeste de España) demuestra que la abundancia del isótopo estable del nitrógeno N-15 en los árboles tiene una relación directa con su edad y tamaño.
Según apunta el CSIC en un comunicado, el N-15 y el N-14 son los dos isótopos no radiactivos del nitrógeno, y el primero constituye el principal elemento para el crecimiento vegetal.
Los autores del estudio, Serafín González y Alejandra Couto, explican que hasta ahora se sabía que la abundancia natural de N-15 en los árboles estaba condicionada por la contaminación atmosférica y la fertilización del suelo, pero no se conocía la relación que podía tener con la edad y el tamaño.
No obstante, el estudio demuestra que "en los árboles de mayor edad y tamaño es menor la abundancia natural de N-15, lo que indica que cuentan con más facilidades para acceder al nitrógeno del suelo, por lo que podrán seguir creciendo más".
Para llegar a esta conclusión, González y Couto analizaron los anillos anuales de crecimiento de pinares jóvenes, midieron en las muestras su contenido total de nitrógeno y también la proporción del N-15, herramienta básica en los estudios sobre el ciclo del nitrógeno en los ecosistemas.
Además, los científicos pudieron comprobar que el clima de la zona donde crecen los árboles también influye en la cantidad de N-15 presente en ellos, ya que los formados en años lluviosos "tienden a tener una mayor proporción de N-15", indicaron en el comunicado.
En este sentido, destacaron que este hecho "refleja que durante los años lluviosos hay más pérdidas de nitrógeno de los suelos hacia cursos y masas de agua".
Por otra parte, del estudio se desprende que la abundancia natural de N-15 en los anillos de árboles de la misma edad, depende de su condición de dominante o dominado, es decir, si se trata de árboles grandes o pequeños dentro del un bosque.
"Hemos comprobado cómo los árboles dominantes puede asimilar del suelo el nitrógeno que necesitan para seguir creciendo, mientras que los dominados tiene más dificultades para ello, por lo que su crecimiento pasa a depender del nitrógeno que son capaces de reciclar desde la madera", precisaron.
Ésta es la razón, concluyeron los científicos, por la cual los árboles dominados "pasan a tener mayor proporción de N-15". EFE
Según apunta el CSIC en un comunicado, el N-15 y el N-14 son los dos isótopos no radiactivos del nitrógeno, y el primero constituye el principal elemento para el crecimiento vegetal.
Los autores del estudio, Serafín González y Alejandra Couto, explican que hasta ahora se sabía que la abundancia natural de N-15 en los árboles estaba condicionada por la contaminación atmosférica y la fertilización del suelo, pero no se conocía la relación que podía tener con la edad y el tamaño.
No obstante, el estudio demuestra que "en los árboles de mayor edad y tamaño es menor la abundancia natural de N-15, lo que indica que cuentan con más facilidades para acceder al nitrógeno del suelo, por lo que podrán seguir creciendo más".
Para llegar a esta conclusión, González y Couto analizaron los anillos anuales de crecimiento de pinares jóvenes, midieron en las muestras su contenido total de nitrógeno y también la proporción del N-15, herramienta básica en los estudios sobre el ciclo del nitrógeno en los ecosistemas.
Además, los científicos pudieron comprobar que el clima de la zona donde crecen los árboles también influye en la cantidad de N-15 presente en ellos, ya que los formados en años lluviosos "tienden a tener una mayor proporción de N-15", indicaron en el comunicado.
En este sentido, destacaron que este hecho "refleja que durante los años lluviosos hay más pérdidas de nitrógeno de los suelos hacia cursos y masas de agua".
Por otra parte, del estudio se desprende que la abundancia natural de N-15 en los anillos de árboles de la misma edad, depende de su condición de dominante o dominado, es decir, si se trata de árboles grandes o pequeños dentro del un bosque.
"Hemos comprobado cómo los árboles dominantes puede asimilar del suelo el nitrógeno que necesitan para seguir creciendo, mientras que los dominados tiene más dificultades para ello, por lo que su crecimiento pasa a depender del nitrógeno que son capaces de reciclar desde la madera", precisaron.
Ésta es la razón, concluyeron los científicos, por la cual los árboles dominados "pasan a tener mayor proporción de N-15". EFE
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