"Como obispos no queremos interferir en la decisión del Papa. No queremos que sea una decisión apurada", dijo el secretario de Juan Pablo II durante casi 40 años.
El cardenal Stanislaw Dziwisz, secretario de Juan Pablo II durante casi 40 años, aseguró hoy en Buenos Aires que la fecha de beatificación del fallecido Papa polaco "depende de Benedicto XVI".
"Como obispos no queremos interferir en la decisión del Papa. No queremos que sea una decisión apurada", destacó el arzobispo de Cracovia, quien se encuentra de visita en la capital argentina.
El cardenal respondió de esta manera al ser consultado sobre recientes publicaciones de diarios italianos según las cuales Juan Pablo II será beatificado el 16 ó 17 de octubre de 2010.
"Me acabo de enterar de esa noticia. Se los agradezco", dijo sonriente el cardenal polaco, quien, no obstante, afirmó que no se puede soslayar el "gran reconocimiento" de la gente hacia "la herencia de Juan Pablo II".
Acerca de si la publicación de las cartas entre Karol Wojtyla y su amiga polaca Wanda Poltwska pueden suponer una traba en el proceso de beatificación, Dziwisz, quien ha criticado que salieran a la luz, reiteró que había mucha gente con la que Juan Pablo II predicaba personalmente, "sobre todo con la que tenía mucha necesidad de ayuda".
"Ella había quedado con muchos traumas por haber estado en campos de concentración (durante la Segunda Guerra Mundial) y le aconsejaron que escribiera para liberarse de esos traumas", apuntó.
El arzobispo de Cracovia, quien este lunes fue recibido por la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, indicó que "no son leyendas sino hechos" los milagros del fallecido Sumo Pontífice y recordó que cuando Wojtyla estaba vivo "tenía prohibido hablar de eso".
"Después de su muerte pudimos hablar y todos lo saben. Han quedado registrados documentos", consideró.
Stanislaw Dziwisz, que hoy será investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica de Buenos Aires, recordó a Juan Pablo II como una persona "muy sencilla, poco exigente y que nunca buscaba nada para él".
"Algunas veces se escapaba del Vaticano", dijo entre risas antes de rememorar su "amor por la naturaleza, no por diversión sino para encontrarse con el Creador".
Subrayó que "iba a la montaña cuando tenía algo importante que escribir", su decisión de no usar ordenadores y su afición por el esquí.
Recordó sus visitas a Argentina junto a Juan Pablo II en 1982 y 1987 y, en ese sentido, comentó a título personal que mientras en aquellos viajes vio "triste al pueblo", actualmente observa que la gente "está alegre, libre".
El cardenal permanecerá hasta el domingo en Argentina, donde tiene previsto visitar comunidades polacas locales, especialmente en las provincias de Misiones (noreste) y de Buenos Aires. EFE
"Como obispos no queremos interferir en la decisión del Papa. No queremos que sea una decisión apurada", destacó el arzobispo de Cracovia, quien se encuentra de visita en la capital argentina.
El cardenal respondió de esta manera al ser consultado sobre recientes publicaciones de diarios italianos según las cuales Juan Pablo II será beatificado el 16 ó 17 de octubre de 2010.
"Me acabo de enterar de esa noticia. Se los agradezco", dijo sonriente el cardenal polaco, quien, no obstante, afirmó que no se puede soslayar el "gran reconocimiento" de la gente hacia "la herencia de Juan Pablo II".
Acerca de si la publicación de las cartas entre Karol Wojtyla y su amiga polaca Wanda Poltwska pueden suponer una traba en el proceso de beatificación, Dziwisz, quien ha criticado que salieran a la luz, reiteró que había mucha gente con la que Juan Pablo II predicaba personalmente, "sobre todo con la que tenía mucha necesidad de ayuda".
"Ella había quedado con muchos traumas por haber estado en campos de concentración (durante la Segunda Guerra Mundial) y le aconsejaron que escribiera para liberarse de esos traumas", apuntó.
El arzobispo de Cracovia, quien este lunes fue recibido por la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, indicó que "no son leyendas sino hechos" los milagros del fallecido Sumo Pontífice y recordó que cuando Wojtyla estaba vivo "tenía prohibido hablar de eso".
"Después de su muerte pudimos hablar y todos lo saben. Han quedado registrados documentos", consideró.
Stanislaw Dziwisz, que hoy será investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica de Buenos Aires, recordó a Juan Pablo II como una persona "muy sencilla, poco exigente y que nunca buscaba nada para él".
"Algunas veces se escapaba del Vaticano", dijo entre risas antes de rememorar su "amor por la naturaleza, no por diversión sino para encontrarse con el Creador".
Subrayó que "iba a la montaña cuando tenía algo importante que escribir", su decisión de no usar ordenadores y su afición por el esquí.
Recordó sus visitas a Argentina junto a Juan Pablo II en 1982 y 1987 y, en ese sentido, comentó a título personal que mientras en aquellos viajes vio "triste al pueblo", actualmente observa que la gente "está alegre, libre".
El cardenal permanecerá hasta el domingo en Argentina, donde tiene previsto visitar comunidades polacas locales, especialmente en las provincias de Misiones (noreste) y de Buenos Aires. EFE
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