Dos explosiones simultáneas en el centro de la ciudad hacen de este atentado el más grave que se registra en Irak desde el 2007.
Al menos 140 personas han perdido la vida y otras seiscientas resultaron heridas tras producirse dos explosiones simultáneas en el centro de Bagdad, en lo que ha sido descrito como el atentado más grave que se registra en Irak desde agosto de 2007.
El objetivo de los terroristas fue doble y las bombas explotaron de forma simultánea a las diez y media de la mañana en el Ministerio de Justicia y la Sede del Gobierno provincial de Bagdad, ceca también del popular hotel Al Mansur.
Autoridades del gobierno iraquí, citadas por ABC, informaron que el mayor número de víctimas fueron civiles, muchos de ellos funcionarios que acudían a las oficinas para empezar su semana laboral.
"Los primeros análisis nos llevan a pensar que la mano de Al Qaeda y de antiguos miembros del partido Baaz está detrás de lo ocurrido", señaló el portavoz del Gobierno, Ali al-Dabbagh.
Las fuerzas de seguridad bloquearon los accesos a las zonas devastadas y el primer ministro, Nuri Al Maliki, se trasladó en persona al lugar de los hechos para seguir en primera persona las labores de los equipos médicos.
Bagdad volvió a revivir las crudas escenas del pasado mes de agosto, cuando otro coche bomba causó más de cien muertos frente a los ministerios de Asuntos Exteriores y de Economía, muy cerca también de la denominada "zona verde" donde están las embajadas de Estados Unidos o Reino Unido.
En aquella ocasión, Al Maliki apuntó a Siria por "dar asilo seguro" a antiguos cabecillas del Baaz, acusación de la que no aportó pruebas y que causó un gran malestar en Damasco.
-ANDINA
El objetivo de los terroristas fue doble y las bombas explotaron de forma simultánea a las diez y media de la mañana en el Ministerio de Justicia y la Sede del Gobierno provincial de Bagdad, ceca también del popular hotel Al Mansur.
Autoridades del gobierno iraquí, citadas por ABC, informaron que el mayor número de víctimas fueron civiles, muchos de ellos funcionarios que acudían a las oficinas para empezar su semana laboral.
"Los primeros análisis nos llevan a pensar que la mano de Al Qaeda y de antiguos miembros del partido Baaz está detrás de lo ocurrido", señaló el portavoz del Gobierno, Ali al-Dabbagh.
Las fuerzas de seguridad bloquearon los accesos a las zonas devastadas y el primer ministro, Nuri Al Maliki, se trasladó en persona al lugar de los hechos para seguir en primera persona las labores de los equipos médicos.
Bagdad volvió a revivir las crudas escenas del pasado mes de agosto, cuando otro coche bomba causó más de cien muertos frente a los ministerios de Asuntos Exteriores y de Economía, muy cerca también de la denominada "zona verde" donde están las embajadas de Estados Unidos o Reino Unido.
En aquella ocasión, Al Maliki apuntó a Siria por "dar asilo seguro" a antiguos cabecillas del Baaz, acusación de la que no aportó pruebas y que causó un gran malestar en Damasco.
-ANDINA
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