Ríos de lava roja fluyen sin interrupción y se escuchan cientos de temblores y fuentes de magma incandescente hierven a 200 metros del cráter.
Al menos tres poblaciones cercanas al volcán Mayón amanecieron hoy cubiertas por ceniza mientras continúa aumentando la actividad del monte y los vulcanólogos creen que una erupción es cuestión de días o incluso horas.
Los residentes no se vieron afectados por el polvo puesto que se pusieron las máscaras antigás distribuidas en todas las localidades cercanas, informaron las autoridades.
En las próximas horas se espera tener lista la evacuación de todos los vecinos en un radio de diez kilómetros respecto al cráter, aunque decenas de campesinos desalojados siguen escapándose por la noche para adentrarse en la zona de peligro y tender a sus cosechas y animales.
Según el gobernador de la provincia filipina de Albay, Joey Salceda, algunas personas ya han sido evacuadas por los soldados en tres ocasiones, ignorando el peligro de una erupción, aunque oficialmente ya se ha sacado de allí a más de 50.000 personas, cerca del 85 por ciento de la población.
Las explosiones dentro del interior del volcán ya se pueden escuchar desde el puesto de observación del Mayón en Ligñon Hill, a casi doce kilómetros de distancia.
Desde el domingo por la noche, la actividad del monte sigue aumentando con temblores y chorros de lava saliendo por encima del cráter, por lo que una erupción está cada vez más cerca.
Ríos de lava roja ya fluyen sin interrupción a lo largo de tres gargantas del monte y durante la noche se escucharon cientos de temblores y fuentes de magma incandescente hierven a 200 metros del cráter, según el Instituto de Vulcanología y Sismología (Philvolcs).
En las últimas 48 horas se han registrado más de 2.000 explosiones y las emisiones de gases tóxicos como dióxido de azufre superan ya las 6.000 toneladas diarias.
Las autoridades elevaron el domingo por la noche a 4 el nivel alerta y ampliaron a un radio de diez kilómetros respecto al cráter el perímetro de seguridad.
Puestos de control militares han sido establecidos por todo el perímetro de seguridad para vigilar que nadie penetre en ella, mientras se mantienen el toque de queda a partir de medianoche y el estado de catástrofe declarados por el gobernador.
Los vulcanólogos creen que el Mayón entrará en erupción en cualquier momento en las próximas dos semanas, y cuando ocurra la explosión, el monte expulsará una columna de humo y ceniza de diez kilómetros de altura.
Sin embargo, el mayor riesgo no es ése sino los escombros y lava que se acumulan en las faldas del volcán, que llevaba "dormido" casi tres años.
Las autoridades recuerdan que en 2006, la última erupción del volcán no causó víctimas mortales pero sí dejó una gran acumulación de restos que luego se convirtieron en barro por las lluvias y arrastrados por un tifón, enterraron a 1.300 personas en la ciudad de Legazpi y alrededores.
De 2.462 metros de altura y conocido como "el cono perfecto", el Mayón es uno de los volcanes más activos y bellos de Filipinas y visitado cada año por cientos de turistas.
EFE
Los residentes no se vieron afectados por el polvo puesto que se pusieron las máscaras antigás distribuidas en todas las localidades cercanas, informaron las autoridades.
En las próximas horas se espera tener lista la evacuación de todos los vecinos en un radio de diez kilómetros respecto al cráter, aunque decenas de campesinos desalojados siguen escapándose por la noche para adentrarse en la zona de peligro y tender a sus cosechas y animales.
Según el gobernador de la provincia filipina de Albay, Joey Salceda, algunas personas ya han sido evacuadas por los soldados en tres ocasiones, ignorando el peligro de una erupción, aunque oficialmente ya se ha sacado de allí a más de 50.000 personas, cerca del 85 por ciento de la población.
Las explosiones dentro del interior del volcán ya se pueden escuchar desde el puesto de observación del Mayón en Ligñon Hill, a casi doce kilómetros de distancia.
Desde el domingo por la noche, la actividad del monte sigue aumentando con temblores y chorros de lava saliendo por encima del cráter, por lo que una erupción está cada vez más cerca.
Ríos de lava roja ya fluyen sin interrupción a lo largo de tres gargantas del monte y durante la noche se escucharon cientos de temblores y fuentes de magma incandescente hierven a 200 metros del cráter, según el Instituto de Vulcanología y Sismología (Philvolcs).
En las últimas 48 horas se han registrado más de 2.000 explosiones y las emisiones de gases tóxicos como dióxido de azufre superan ya las 6.000 toneladas diarias.
Las autoridades elevaron el domingo por la noche a 4 el nivel alerta y ampliaron a un radio de diez kilómetros respecto al cráter el perímetro de seguridad.
Puestos de control militares han sido establecidos por todo el perímetro de seguridad para vigilar que nadie penetre en ella, mientras se mantienen el toque de queda a partir de medianoche y el estado de catástrofe declarados por el gobernador.
Los vulcanólogos creen que el Mayón entrará en erupción en cualquier momento en las próximas dos semanas, y cuando ocurra la explosión, el monte expulsará una columna de humo y ceniza de diez kilómetros de altura.
Sin embargo, el mayor riesgo no es ése sino los escombros y lava que se acumulan en las faldas del volcán, que llevaba "dormido" casi tres años.
Las autoridades recuerdan que en 2006, la última erupción del volcán no causó víctimas mortales pero sí dejó una gran acumulación de restos que luego se convirtieron en barro por las lluvias y arrastrados por un tifón, enterraron a 1.300 personas en la ciudad de Legazpi y alrededores.
De 2.462 metros de altura y conocido como "el cono perfecto", el Mayón es uno de los volcanes más activos y bellos de Filipinas y visitado cada año por cientos de turistas.
EFE
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