Las autoridades mantendrán el estado de alerta, dado que los bomberos temen que las rachas de viento compliquen las tareas de contención del fuego.
Varias zonas habitadas del estado de Queensland, en el noreste de Australia, continúan hoy amenazadas por los incendios surgidos la pasada semana, indicaron fuentes oficiales a la cadena de radio local ABC.
Un frente de fuego se aproxima a la localidad de Rockhampton, a unos 600 kilómetros al norte de la ciudad de Brisbane, a pesar de los esfuerzos de los equipos de bomberos para contener el avance de las llamas, que se encuentran a medio kilómetro de las casas.
Las autoridades mantendrán el estado de alerta en Rockhampton, dado que los bomberos temen que las rachas de viento compliquen las tareas de contención del fuego.
A unos 300 kilómetros al sur de esta localidad, y también en la costa de Queensland, los bomberos trabajan para controlar otro incendio que ha arrasado ya 380 kilómetros cuadrados de pastos situados cerca de la localidad de Bundaberg.
En Townsville, a unos 700 kilómetros al norte de Brisbane siguen activos dos incendios que, según los bomberos, pueden unirse en las próximas horas.
Las autoridades de Queensland declararon el pasado fin de semana el estado de emergencia en zonas de la región central después de que se extendieran los fuegos.
El pasado 7 de febrero, conocido como el "Sábado Negro", se desataron devastadores incendios en el estado de Victoria, que causaron 173 muertos y destruyeron pueblos enteros.
Cerca de 80 localidades resultaron afectadas, más de 2.000 casas destruidas y hasta 455.000 hectáreas de terreno fueron arrasadas por el fuego, en una de las mayores tragedias de la historia de Australia.
EFE
Un frente de fuego se aproxima a la localidad de Rockhampton, a unos 600 kilómetros al norte de la ciudad de Brisbane, a pesar de los esfuerzos de los equipos de bomberos para contener el avance de las llamas, que se encuentran a medio kilómetro de las casas.
Las autoridades mantendrán el estado de alerta en Rockhampton, dado que los bomberos temen que las rachas de viento compliquen las tareas de contención del fuego.
A unos 300 kilómetros al sur de esta localidad, y también en la costa de Queensland, los bomberos trabajan para controlar otro incendio que ha arrasado ya 380 kilómetros cuadrados de pastos situados cerca de la localidad de Bundaberg.
En Townsville, a unos 700 kilómetros al norte de Brisbane siguen activos dos incendios que, según los bomberos, pueden unirse en las próximas horas.
Las autoridades de Queensland declararon el pasado fin de semana el estado de emergencia en zonas de la región central después de que se extendieran los fuegos.
El pasado 7 de febrero, conocido como el "Sábado Negro", se desataron devastadores incendios en el estado de Victoria, que causaron 173 muertos y destruyeron pueblos enteros.
Cerca de 80 localidades resultaron afectadas, más de 2.000 casas destruidas y hasta 455.000 hectáreas de terreno fueron arrasadas por el fuego, en una de las mayores tragedias de la historia de Australia.
EFE
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