Los restos del ex presidente argentino (1983-1989) fueron sepultados en Buenos Aires con honores de jefe de Estado.
Los argentinos rindieron un emotivo homenaje al "padre" de la democracia con una participación masiva en los funerales del ex presidente Raúl Alfonsín, cuyos restos fueron sepultados en Buenos Aires con honores de jefe de Estado.
El caudillo de
Decenas de miles de personas de diferentes edades y extracciones políticas acompañaron con aplausos el paso del cortejo que trasladó los restos del ex gobernante (1983-1989) desde el Parlamento al cementerio de Recoleta, en el norte de la ciudad.
Las muestras de reconocimiento al primer gobernante democrático tras siete años de cruenta dictadura militar (1976-1983) comenzaron ni bien se conoció su deceso y por su velatorio, que se realizó desde el miércoles en el Parlamento, desfilaron más 80.000 ciudadanos.
Además de familiares y amigos, por el Congreso pasaron el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, ex gobernantes locales y extranjeros, delegaciones internacionales, funcionarios, legisladores y dirigentes políticos locales.
En un día de lluvia y frío, no laborable por el aniversario de la ocupación argentina de las islas Malvinas, en 1982, familias enteras, militantes del radicalismo y de otras fuerzas políticas salieron a las calles para expresar su reconocimiento a Alfonsín.
"Llueve, llueve y el pueblo no se mueve", "Raúl, querido, el pueblo está contigo", "Alfonsín, Alfonsín", gritaba la multitud mientras agitaba banderas argentinas y rojiblancas, características de la centenaria UCR, segunda fuerza parlamentaria del país.
Las pancartas con su rostro y banderas con mensajes como "Gracias Raúl" abundaron entre quienes se reunieron para seguir al cortejo fúnebre, que tardó más de una hora en recorrer el trayecto de dos kilómetros hasta el cementerio.
El féretro, cubierto por una bandera argentina y el bastón presidencial del ex gobernante, quedó tapado por flores arrojadas por la multitud mientras era transportado sobre una cureña tirada por un jeep militar escoltado por el Regimiento de Granaderos a Caballo, que avanzó a paso de hombre en medio de la multitud.
Previamente, el arzobispo de Santa Fe y primo hermano del ex mandatario, José María Arancedo, ofició una misa de cuerpo presente varias veces interrumpida por aplausos en la explanada de acceso al Congreso.
Alfonsín murió en su domicilio de Buenos Aires a causa de un cáncer de pulmón y sus restos fueron depositados en el panteón de los caídos de
A los funerales asistieron el ex presidente brasileño José Sarney y el uruguayo Julio María Sanguinetti, quien destacó "el espíritu, el afecto, la generosidad, las ganas de luchar y el coraje de Raúl".
EFE
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