Solo tres países, entre ellos Estados Unidos e Israel, votaron en contra de la condena de la ONU.
La Asamblea General de la ONU aprobó hoy por aplastante mayoría una resolución que de nuevo pide el levantamiento del embargo económico y comercial que desde hace más de medio siglo Estados Unidos decretó en contra de Cuba.
El documento logró un apoyo casi unánime de los 192 países que integran la ONU, ya que a favor votaron 187 miembros, en contra tres (EE.UU., Israel y Palau) y hubo dos abstenciones (Islas Marshall y Micronesia).
Esta es la decimoctava ocasión consecutiva en que la Asamblea General de Naciones Unidas se pronuncia a favor de la resolución presentada, en esta ocasión, por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, para pedir el fin de las sanciones estadounidenses contra la isla.
También ha sido la primera ocasión en que Naciones Unidas trata el embargo estadounidense desde que el presidente Barack Obama ocupa la Casa Blanca.
Poco antes de la votación, el ministro cubano de Relaciones Exteriores dijo que el bloqueo contra su país es "una política absurda que provoca carencias y sufrimientos", además de calificarlo de "violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos".
También indicó que en la Convención de Ginebra de 1948, "aparece tipificado como un acto de genocidio. Es éticamente inaceptable".
Tras la votación, la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Susan Rice, criticó "el lenguaje de la Guerra Fría" utilizado por Rodríguez para presentar la resolución, al tiempo que subrayó que su país "tiene el derecho soberano" de conducir sus relaciones económicas como estime oportuno y que este caso cae bajo el ámbito de las retaliaciones bilaterales.
Rice lamentó que Rodríguez utilizara el término "genocidio" para referirse al embargo porque, señaló, "disminuye el significado de la palabra respecto a otros sitios del mundo" en que se producen.
También consideró que la posición cubana ignora los recientes cambios realizados por la Administración de Estados Unidos y el presidente Obama respecto a sus políticas hacia la isla.
A ese respecto, el ministro de Relaciones Exteriores señaló en su discurso que desde la elección de Obama como presidente de EE.UU. "no ha habido cambio alguno en la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba. Permanece intacto".
Rodríguez valoró el reinicio de las conversaciones bilaterales entre EE.UU. y Cuba en materia migratoria y de correo postal directo, pero consideró que son acciones "positivas, pero extremadamente limitadas e insuficientes".
El embargo estadounidense sobre Cuba se inició de manera oficial el 7 de febrero de 1962, bajo el Gobierno de John F. Kennedy, pero ya Washington había impuesto ciertas sanciones a partir de 1959.
Las restricciones comerciales y financieras han supuesto pérdidas a la economía cubana estimadas en 242,4 millones de dólares en el último año y de unos 96.000 millones en el medio siglo que llevan vigentes, según el Gobierno de La Habana. EFE
El documento logró un apoyo casi unánime de los 192 países que integran la ONU, ya que a favor votaron 187 miembros, en contra tres (EE.UU., Israel y Palau) y hubo dos abstenciones (Islas Marshall y Micronesia).
Esta es la decimoctava ocasión consecutiva en que la Asamblea General de Naciones Unidas se pronuncia a favor de la resolución presentada, en esta ocasión, por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, para pedir el fin de las sanciones estadounidenses contra la isla.
También ha sido la primera ocasión en que Naciones Unidas trata el embargo estadounidense desde que el presidente Barack Obama ocupa la Casa Blanca.
Poco antes de la votación, el ministro cubano de Relaciones Exteriores dijo que el bloqueo contra su país es "una política absurda que provoca carencias y sufrimientos", además de calificarlo de "violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos".
También indicó que en la Convención de Ginebra de 1948, "aparece tipificado como un acto de genocidio. Es éticamente inaceptable".
Tras la votación, la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Susan Rice, criticó "el lenguaje de la Guerra Fría" utilizado por Rodríguez para presentar la resolución, al tiempo que subrayó que su país "tiene el derecho soberano" de conducir sus relaciones económicas como estime oportuno y que este caso cae bajo el ámbito de las retaliaciones bilaterales.
Rice lamentó que Rodríguez utilizara el término "genocidio" para referirse al embargo porque, señaló, "disminuye el significado de la palabra respecto a otros sitios del mundo" en que se producen.
También consideró que la posición cubana ignora los recientes cambios realizados por la Administración de Estados Unidos y el presidente Obama respecto a sus políticas hacia la isla.
A ese respecto, el ministro de Relaciones Exteriores señaló en su discurso que desde la elección de Obama como presidente de EE.UU. "no ha habido cambio alguno en la aplicación del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba. Permanece intacto".
Rodríguez valoró el reinicio de las conversaciones bilaterales entre EE.UU. y Cuba en materia migratoria y de correo postal directo, pero consideró que son acciones "positivas, pero extremadamente limitadas e insuficientes".
El embargo estadounidense sobre Cuba se inició de manera oficial el 7 de febrero de 1962, bajo el Gobierno de John F. Kennedy, pero ya Washington había impuesto ciertas sanciones a partir de 1959.
Las restricciones comerciales y financieras han supuesto pérdidas a la economía cubana estimadas en 242,4 millones de dólares en el último año y de unos 96.000 millones en el medio siglo que llevan vigentes, según el Gobierno de La Habana. EFE
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