Se teme que el número de víctimas siga en aumento pues según fuentes oficiales cientos de personas permanecen sepultadas bajo los escombros.
Al menos 529 personas murieron y 440 resultaron heridas por el seísmo de 7,6 grados en la escala Richter que golpeó anoche el oeste de la isla indonesia de Sumatra, informó hoy el Centro Nacional de Gestión de Desastres (BNPD).
La ministra indonesia de Sanidad, Siti Fadillah Supari, opinó que la cifra definitiva de víctimas mortales será de "miles" debido a "la magnitud de los daños".
La mayoría de las muertes, 376, se registraron en Padang, capital de la provincia de Sumatra Occidental, con unos 900.000 habitantes y la ciudad más afectada, al estar situada a unos 50 kilómetros del epicentro del sismo.
Según el BNPB, al menos 168 personas están ingresadas en centros hospitalarios y "varios miles" se encuentran atrapadas bajo los escombros de centenares de casas derrumbadas.
Por su parte, el primer secretario de la Embajada de España en Yakarta, Antonio García, aseguró a Efe que todos los españoles residentes en la zona afectada no han sufrido percances y añadió que aún no había conseguido contactar con otros seis nacionales que se encontraban de paso en la zona del seísmo.
Una réplica de 6,6 grados en Richter volvió a sacudir hoy Sumatra, aunque a unos 200 kilómetros del epicentro del seísmo de la víspera.
Los primeros equipos de rescate operan ya en el área afectada para rescatar personas atrapadas, recuperar cadáveres y entregar ayuda a los damnificados, como 20.000 equipos de emergencia con tiendas de campaña, ropa de abrigo, medicinas y alimentos.
Miembros del Equipo de Respuesta Rápida del BNPD, del Ejército, de la Policía y personal médico colaboran en estas tareas, a las que se pueden unir unidades de emergencias de Singapur, Malasia y de varios países de Europa, informó el canal de televisión MetroTV.
En Padang y Pariaman, las localidades más afectadas, varios miles de personas pasaron la noche al raso por temor a las réplicas, siguiendo las instrucciones del Gobierno.
Ambas ciudades amanecían hoy sumidas en el caos y los escombros, con centenares de construcciones derrumbadas, entre viviendas, bloques de oficinas, centros comerciales, hoteles, mezquitas y edificios públicos, como el Ayuntamiento de Padang y el Parlamento local.
Los supervivientes hacen cola durante horas para obtener bienes básicos, como comida o gasolina.
Las líneas de teléfono y las comunicaciones por internet de Padang han vuelto a funcionar, aunque siguen inestables.
Muchos de los cadáveres recuperados se han trasladado al hospital Mohamad Jamil, donde se empiezan a formar montones con las bolsas de restos mortales.
A pesar de la instalación de once hospitales de campaña, los centros médicos se encuentran saturados e incapaces de atender las víctimas que no cesan de llegar, por la falta de electricidad, medicinas y medios.
El presidente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, y varios de sus ministros visitaron esta mañana Padang para evaluar los daños.
Indonesia se asienta sobre el llamado "Anillo de Fuego del Pacífico", una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.
El 26 de diciembre de 2004, un terremoto de 9,1 grados sacudió el norte de Sumatra, a casi mil kilómetros de Padang, y creó un tsunami que sembró la destrucción en una docena de naciones bañadas por el Océano Índico y causó la muerte de más de 226.000 personas.
EFE
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