Investigación por la Fundación Nacional de Salud reveló que uno de cada cuatro alumnos entre, 8 y 11 años, padece sobrepeso, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Los niños australianos vivirán menos que sus padres si persisten en los malos hábitos alimenticios y la falta de ejercicio, según un estudio divulgado hoy por la Fundación Nacional de Salud de Australia.
Uno de cada cuatro alumnos australianos de entre 8 y 11 años padece sobrepeso u obesidad, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares e incluso cáncer, informó la prensa local.
El estudio, elaborado en 2009 y 2010 con 12.000 estudiantes de 237 escuelas, también mostró que sólo el 14 por ciento de los menores consume las cantidades de fruta y verdura recomendadas y que un 85 por ciento no hace ejercicio con regularidad.
"Cuando los chicos obesos aumentan los riesgos de enfermedades crónicas, como el cáncer en la edad adulta, se reduce la esperanza de vida, hay que alertar de esto a los australianos", indicó Ian Olver, el presidente del Consejo contra el Cáncer, que también colaboró en la encuesta.
Un tercio de los estudiantes admitió que bebía cuatro o más latas de refrescos a la semana y un 71 por ciento, que pasaba delante de la televisión durante más de dos horas diarias y que jugaban a diario a juegos de videoconsola en el colegio.
Cerca de la mitad de los alumnos encuestados dijo que tenía tres o cuatro televisiones en su casa -incluida la de su dormitorio- y que probaba un nuevo refresco cuando lo veía anunciado en televisión.
EFE
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