La iniciativa exigirá a las congregaciones musulmanas la aceptación explícita de la primacía del Estado de derecho, para prevenir el extremismo islamista.
Austria planea prohibir la financiación extranjera de imanes y mezquitas, y exigirá a las congregaciones musulmanas la aceptación explícita de la primacía del Estado de derecho sobre la "sharia", en un proyecto de ley ideado, entre otras cosas, para prevenir el extremismo islamista.
La iniciativa legal, que se votará en las próximas semanas en el Parlamento, moderniza una ley de 1912 que regulaba en el entonces Imperio Austro-Húngaro los derechos y deberes de los musulmanes de aquel Estado plurinacional, tras la anexión de Bosnia.
La ley de 1912 era en su momento la más avanzada de Europa y ha sido considerada un ejemplo para integrar a la población musulmana y fomentar una convivencia interreligiosa pacífica.
En Austria viven hoy alrededor de medio millón de musulmanes -en su mayoría de origen turco y bosnio-, lo que representa el seis por ciento de la población de un país de mayoría católica.
El impulsor de la normativa es el ministro de Exteriores y de Integración, el conservador Sebastian Kurz, que ha destacado que el objetivo fundamental de la ley es impulsar "un islam de cuño austríaco, moderado y libre de control exterior".
El debate en torno a esta ley se produce en un momento en el que el movimiento islamófobo alemán Pegida ha convocado para el 2 de febrero su primera manifestación en Viena, respaldada por el ultraderechista Partido Liberal (FPÖ), al que apoya alrededor del 25 por ciento del electorado.
En Austria existen dos agrupaciones musulmanas oficialmente reconocidas por el Estado, la mayoritaria Comunidad de Culto Musulmán (IGGiÖ) y la marginal Comunidad Islámica Aleví.
EFE
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